Como todos ya lo sabemos, y especialmente aquellos que tenemos gatos, este tipo de animalitos son bastante curiosos. Su naturaleza exploradora los lleva en ocasiones a meterse en problemas, lo que podría terminar en heridas o cortes que comiencen a sangrar de manera alarmante.
¿Qué tan graves son las heridas externas en gatos?
Generalmente, las heridas que puede recibir nuestro animalito cuando sale de casa y se encuentra con otros animales suelen ser superficiales. Aunque estas no siempre requieren atención veterinaria, es importante conocer algunos aspectos para limpiarlas correctamente y evitar complicaciones como infecciones. Además, es crucial identificar cuándo una herida requiere atención de urgencia.
Cómo actuar ante una herida en nuestro gato
Si notas que tu gato ha sufrido una cortada o una lesión que provoca sangrado, pero no parece profunda, puedes encargarte de la curación tú mismo. Para ello, sigue estos pasos:
- Limpiar bien la herida: utiliza una gasa humedecida en suero fisiológico y limpia la zona afectada para eliminar posibles restos de suciedad o cuerpos extraños.
- Cortar el pelo alrededor de la herida: asegura una mayor visibilidad y evita que los pelos interfieran con el proceso de cicatrización o causen infecciones.
- Aplicar antiséptico: elige un antiséptico suave que no cause ardor para desinfectar la herida.
Además, si la herida está en una zona de difícil acceso para el gato, como las patas o el cuello, asegúrate de que tu gatito pueda caminar y moverse sin dolor.
¿Qué hacer si el sangrado persiste?
Si notas que el sangrado es abundante o no parece detenerse, lo más recomendable es ejercer presión en la zona afectada. Hazlo con una gasa empapada en agua fría para calmar la hemorragia. Si a pesar de la presión el sangrado no para, consulta a un veterinario de inmediato.
En algunos casos, será necesario cubrir la herida con una almohadilla de gasa para detener el sangrado. Asegura esta gasa con algún tipo de vendaje que no quede demasiado apretado. En casos más graves, siempre será recomendable acudir al veterinario, quien podrá evaluar la gravedad de la situación o realizar procedimientos especializados.
Primeros auxilios adicionales para heridas en gatos
Además de los pasos anteriores, si observas que la herida de tu gato está infectada o que el sangrado no se detiene, también puedes necesitar tomar fotografías para enviarlas al veterinario. Esto le permitirá ofrecerte indicaciones específicas sobre cómo proceder o, en algunos casos, recetar medicamentos como pomadas veterinarias o antibióticos preventivos.
Si el veterinario confirma que la herida no es grave, podrás continuar los cuidados en casa asegurándote de mantener la herida limpia y seca. Es importante evitar que el gato se lama la herida, ya que podría prolongar el proceso de cicatrización e incluso empeorar la infección.
¿Cómo prevenir complicaciones en las heridas?
Una vez que la herida ha sido tratada, es crucial prevenir complicaciones que puedan surgir durante la cicatrización. A continuación, algunos consejos importantes:
- Vaselina en los bordes de la herida: aplicar una ligera capa de vaselina en los bordes de la herida puede ayudar a prevenir que los pelos del gato caigan sobre la misma, reduciendo así el riesgo de infección.
- Reforzar vendajes: si has colocado un vendaje en la herida, asegúrate de que esté bien asegurado pero no demasiado apretado. Puedes reforzar el vendaje con otra capa de gasa si es necesario.
- Monitorizar la cicatrización: revisa la herida con regularidad para asegurarte de que no haya signos de infección como enrojecimiento, hinchazón o pus.
- Impedir que el gato se lama: para evitar que tu gato se lama la herida, puedes usar un collar isabelino.
Qué hacer si el sangrado es excesivo
Si observas que tu gato sangra profusamente, la recomendación más importante es llevarlo al veterinario de inmediato. En el camino, puedes seguir algunos pasos de primeros auxilios. Haz presión directa sobre la herida sangrante con una gasa o tela limpia. Si el sangrado proviene de una pata o cola, es posible inmovilizar o hacer un torniquete temporal, pero debes evitar hacerlo en el cuerpo ya que puede complicar la circulación.
Una vez en el veterinario, puede determinar el tratamiento necesario, el cual podría incluir puntos de sutura para cerrar la herida y detener el sangrado.
Identificando el tipo de hemorragia
Para tratar de forma efectiva una hemorragia en gatos, es importante identificar qué tipo de hemorragia es:
- Hemorragia arterial: este tipo de sangrado es grave y se caracteriza por un flujo de sangre que sale a borbotones, debido a la alta presión en las arterias. Es urgente detener este tipo de hemorragia ejerciendo presión directa sobre la herida con una gasa o tela hasta que se pueda recibir atención veterinaria.
- Hemorragia venosa: el sangrado venoso es más lento y oscuro, ya que la sangre oxigenada fluye de regreso al corazón. Sin embargo, sigue siendo vital detener el sangrado lo antes posible.
- Sangrado capilar: suele ser leve, típico de pequeños cortes superficiales. Generalmente se detiene por sí solo, pero puedes limpiarlo y aplicar desinfectante para acelerar la cicatrización.
¿Qué hacer con las heridas quirúrgicas?
Si la herida de tu gato es a causa de una cirugía, los cuidados cambian ligeramente. En este caso, la herida necesita un cuidado más especial que incluya el uso de antibióticos y evitar que el gato se lama la zona. Puedes usar collares isabelinos o protectores para minimizar la exposición.
- Las heridas quirúrgicas deben limpiarse diariamente con una gasa húmeda para evitar infecciones.
Finalmente, es importante seguir cualquier indicación que haya dado el veterinario tras realizar la operación, incluida la administración de medicamentos para el dolor o desinflamantes si fuera necesario.
¿Cuánto tiempo tarda en cicatrizar la herida de un gato?
El tiempo de cicatrización de una herida en gatos varía según su gravedad. Las heridas menores suelen curarse en una a dos semanas. Las heridas graves o quirúrgicas pueden demorar hasta un mes en sanar completamente. Durante este tiempo, asegúrate de que tu gato descanse, no realice esfuerzos físicos y no juegue con otros animales que podrían agravar la lesión.
Si observas que la herida no parece cicatrizar adecuadamente o sigue sangrando después de unos días, acude al veterinario inmediatamente.
Cómo saber si hay infección en una herida
Las infecciones en las heridas de los gatos pueden convertirse en un problema serio si no se tratan. Para identificar una infección, busca los siguientes signos:
- Hinchazón y enrojecimiento: la zona alrededor de la herida se ve inflamada y de un color rojo intenso.
- Presencia de pus: es una señal clara de que hay infección en la herida.
- Mal olor: un mal olor proveniente de la herida es un indicio claro de infección.
- Cambios en el comportamiento: si tu gato muestra letargo, fiebre o falta de apetito, podría estar luchando con una infección.
Es importante acudir al veterinario cuando observes alguno de estos síntomas. El veterinario puede recetar antibióticos para controlar la infección.
Además, si no se trata la infección a tiempo, podría extenderse por el cuerpo y causar problemas más graves como abscesos.
¿Cómo evitar que el gato se lama una herida?
Los gatos suelen lamerse las heridas como un mecanismo natural de limpieza. Sin embargo, esto puede complicar la cicatrización. Existen varias medidas que puedes tomar para evitarlo:
- Collar isabelino: este collar evita que el gato llegue a lamerse.
- Vendajes: si la herida está en una zona accesible, un vendaje puede ayudar a evitar el acceso.
- Distracción: mantener a tu gato entretenido puede ayudar a que no se centre en lamerse la herida.
Utilizando estos métodos, permitirás que la herida cicatrice correctamente sin complicaciones.
En casos de heridas más graves o que no paran de sangrar, siempre es necesario acudir de inmediato al veterinario. De esta forma, aseguramos que nuestro gato reciba el tratamiento adecuado en el momento oportuno, evitando complicaciones que pudieran poner en peligro su salud.