Si tienes pensado adoptar a un gato adulto, o si tu pequeño se ha hecho mayor y te gustaría proporcionarle los mejores cuidados, vamos a ver qué es lo que necesita el felino cuando ha dejado atrás su infancia.
El peludo que vive con nosotros es un animal encantador que tiene sus propias normas de convivencia. Sólo si las respetamos podremos estar seguros de que disfrutaremos mucho de su compañía. Por eso, en esta ocasión te explicaré cómo cuidar a un gato adulto.
Durante mucho tiempo se ha pensado que un gato sólo necesitaba agua y comida, pero esto no lo es todo. Si sólo nos preocupamos de cubrir sus necesidad fisiológicas, el animal rápidamente se sentirá aburrido, lo que dará paso a la frustración, después empezará a comportarse de una manera que no nos gustará para llamar nuestro atención y finalmente acabará deprimido si la situación se prolonga demasiado. Una vez llega a este punto, pueden suceder dos cosas: que se pase el resto de su vida yendo y viniendo de su cama, o que se sienta tan mal que deje de comer.
Como vemos, es un animal sensible que para ser feliz necesita mucho cariño, respeto y paciencia. Un gato adulto que ha sido adoptado lo más probable es que haya estado malviviendo en la calle o que haya sido rechazado por su familia humana. En cualquiera de los dos casos podemos estar seguros de que se siente mal. Para ayudarle a rehacer su vida junto a nosotros tenemos que ser pacientes con él y observar sus movimientos para entender el lenguaje gatuno. En este blog tenemos información sobre esto, como aquí.
Del mismo modo que dedicamos tiempo a conocer a una persona, también es importante que hagamos lo mismo con el peludo que tenemos en casa. Durante los primeros días veremos que se siente extrañado. Lo investiga todo, empieza a frotarse dejando su olor por todas las cosas para marcarlas como »suyas»… Es importante que no lo agobiemos ni le obliguemos a nada, pero es igualmente aconsejable que aprovechemos la menor oportunidad para acariciarlo cuando esté ocupado con algo, por ejemplo cuando come o duerme. Poco a poco iremos viendo que nos presta más atención, que nos tiene más confianza.
De vez en cuando le podremos dar comida enlatada o premios para gatos, lo que sin duda servirá para fortalecer la relación. Asimismo, diariamente tenemos que jugar con él. Al comienzo quizás no tenga muchas ganas, pero si insistimos cada día, irá mostrándose tal y como es 🙂 .
Siguiendo estos consejos, el pequeño felino se sentirá en casa más pronto de lo que imaginamos.