Los gatos son animales muy sensibles a los cambios de tiempo, y eso es algo que podemos notar sobretodo con el paso del verano hacia el otoño. A medida que pasan los días, las temperaturas van bajando, y nuestros peludos empiezan a experimentar una serie de cambios tanto en su pelaje como en su carácter que lo que hace es prepararlos para poder afrontar mejor la estación otoñal.
Si tenemos esto en cuenta, seguramente haya quien se pregunte cuáles son los cuidados de los gatos en otoño, ¿verdad? Pues que no se preocupe nadie, que a continuación lo voy a contar todo. 🙂
¿Qué cambios experimentan los gatos en otoño?
Los gatos durante el otoño van a experimentar una serie de cambios, tanto físicos como emocionales.
Cambios físicos
Los físicos son:
- El pelaje se volverá más denso, grueso y fuerte a medida que va reemplazando el pelaje de verano.
- Su salud puede debilitarse. Las enfermedades respiratorias como resfriados, gripe e incluso otras más graves como la traqueobronquitis son propias de esta época.
- Los parásitos externos aún seguirán muy activos. Garrapatas, pulgas, piojos, ácaros. Hay que vigilarlos.
Cambios emocionales y/o instintivos
Los emocionales y/o instintivos son:
- Los más frioleros pasarán más tiempo descansando, cerca de una fuente de calor o debajo de las mantas.
- Si no están castrados, salen al exterior y el clima es suave/cálido, podrían »crear» una nueva generación de gatitos.
- Algunos están más activos que durante el verano.
- Pueden aumentar su ingesta de comida.
¿Cómo cuidarlos durante esta época?
Ahora que sabemos lo que nos podemos esperar de nuestros gatos en otoño, qué mejor que ayudarles a pasar mejor esta estación. Para ello, lo primero que deberíamos hacer es llevarlos a castrar si no tenemos intención de hacerlos criar o si no podemos hacernos cargo de los gatitos ni sepamos a nadie que realmente quiera y pueda hacerlo. Con la castración nos podremos olvidar del celo, de las escapadas, y de gatitos no deseados.
Otra cosa que haremos será desparasitarlos, sea con pipetas (muy aconsejable) o collares (solo si están acostumbrados a llevar). Así, también podremos dejar de preocuparnos por los parásitos externos, que todos sabemos que además pueden molestar mucho a los humanos.
Por último y no menos importante, procuraremos que tengan siempre un rincón cómodo, calentito y seguro donde puedan ir para protegerse del frío. Lo ideal es tener en el mismo sofá donde nos tumbamos a ver la televisión una o dos mantas con la que poder taparnos un poco -también al gato 😉 – siempre que lo necesitemos. Solo con este simple gesto, y no dejándolos salir fuera, nos aseguraremos de que nuestros peludos están bien protegidos.
Y tú, ¿cómo cuidas a tu gato en otoño?