¿Alguna vez te has preguntado cuántos gatos hay en el mundo? Por la calle es habitual escuchar decir a la gente que hay muchos, pero ¿cuántos son esos »muchos»? Desafortunadamente, es imposible saberlo con exactitud, por lo que no nos queda más remedio que basarnos en estimaciones.
Esa cifra te adelanto que es increíblemente alta. Tanto, que debería servir para crear consciencia sobre la tenencia responsable de animales domésticos.
600 millones de gatos
Esa es la estimación de la Ecology Global Network. En el mundo se estima que hay 600 millones de gatos pequeños, domésticos, callejeros y abandonados. El Felis catus es el felino de más éxito: gracias a su instinto depredador, ha mantenido a raya la población de roedores, algo que los humanos han visto con bueno ojos. Ahora son muchos los individuos que no tienen acceso a la calle, pero son tan adorables, cariñosos y, en definitiva, tan buenos amigos que cada vez son más los afortunados que encuentran un lugar seguro donde vivir junto con nosotros.
Lamentablemente, hay personas que no tratan a los gatos con respeto. Muchos de estos animales acaban viviendo en las calles, o, si tienen suerte, en un refugio. En el caso concreto de España, tan sólo en el 2015 se abandonaron 137.000 perros y gatos. Aunque ese número probablemente sea mucho mayor.
No hay personas para tantos gatos
Tenemos que ser conscientes de esto. No a todos les gustan los gatos, y no todos los que conviven con gatos pueden tener más. Siempre es mucho mejor adoptar a un animal de un refugio antes que comprarlo, ¿por qué? Evidentemente, todos merecen la oportunidad de ser felices, pero hay que tener en cuenta que la venta de animales de pura raza a menudo es eso, un negocio (no hablo de aquellos criadores que protegen a las razas, sino de las »fábricas de cachorros»). Hay gatas que son utilizadas sólo para criar. Para que unos pocos humanos se lleven mucho dinero a cambio del esfuerzo y el agotamiento de estos animales.
Los gatos que viven en los refugios, en cambio, puede que no sean de raza, pero no han tenido una vida fácil. Basta ver los que hay en las ciudades: cada día deben de hacer lo imposible por encontrar comida, evitando a esas personas que les hacen daño y manteniéndose alejados de los automóviles. Al menos en estos centros, si son profesionales, les darán de comer y les buscarán una familia, pero no una cualquiera, sino una en la que sepan que van a estar bien siempre y no sólo unos pocos meses.
Un gato no es un capricho. Si no tienes intención de hacerlo criar, llévalo a castrar o a esterilizar. Así conseguirás que tenga una vida más larga y feliz.