A medida que pasan los años tu peludo se va haciendo mayor. Sabes que la muerte forma parte de la vida, pero aún así deseas que ese momento no llegue, o que al menos se retrase… mucho tiempo. Todos lo sabemos: los seres humanos tenemos una esperanza de vida más larga que los gatos, pero es muy duro separarse de un compañero con el que has compartido 15, 18 o incluso más de 20 años de tu existencia.
Con diferencia, esta es la pregunta que más formulamos cuando convivimos con un felino. Y a menudo buscamos una respuesta que nos haga sentir bien, que nos confirme que aún podemos disfrutar mucho de nuestro amigo. ¿Cuánto vive un gato? En este artículo especial, exploraremos a fondo esta cuestión y los factores que influencian su longevidad.
Esperanza de vida de un gato doméstico
Es bien sabido que un gato doméstico suele vivir más tiempo que uno que tiene acceso constante al exterior. En promedio, un gato de interior puede alcanzar una edad de 12 a 15 años, aunque con los cuidados apropiados y un estilo de vida saludable, muchos alcanzan e incluso superan los 20 años.
Por otro lado, los gatos que viven en el exterior están expuestos a numerosos peligros como accidentes, peleas con otros animales, enfermedades infecciosas y envenenamientos. Esto reduce significativamente su esperanza de vida, situándola entre los 3 y 5 años en muchos casos.
Factores genéticos y enfermedades hereditarias
La genética juega un papel esencial en la longevidad de los gatos. Aunque cualquier raza puede ser propensa a enfermedades hereditarias, hay algunas que presentan una prevalencia mayor. Las principales enfermedades genéticas incluyen:
- Cardiomiopatía hipertrófica: Una afección que engrosa las paredes de los ventrículos del corazón, dificultando el bombeo de sangre.
- Atrofia progresiva de la retina: Lleva a la ceguera irreversible en el animal afectado.
- Seborrea primaria: Aunque no es grave, requiere de cuidados en la piel y limpieza regular del gato.
- Enfermedad renal poliquística: Presencia de quistes renales que pueden derivar en insuficiencia renal.
Es importante tener en cuenta que la diversidad genética puede reducir la predisposición a ciertas enfermedades. Por ello, los gatos mestizos tienden a ser menos propensos a problemas hereditarios que los de raza pura.
Importancia de los cuidados veterinarios
Garantizar una vida larga y saludable a tu felino pasa por darle las atenciones veterinarias necesarias. Desde cachorros, los gatos deben ser vacunados contra enfermedades graves como la leucemia felina, la rinotraqueitis o la panleucopenia. Consultar con un veterinario para revisiones periódicas es fundamental incluso si tu gato no tiene acceso al exterior.
Además, la esterilización es una práctica recomendada no solo para evitar camadas no deseadas, sino también para reducir comportamientos de riesgo asociados al celo, como escapadas y peleas.
Importancia de la alimentación: Pienso vs. dieta BARF
Una dieta nutritiva y equilibrada es clave para la longevidad de un gato. Al elegir entre pienso comercial o la dieta BARF (comida cruda), es esencial considerar las necesidades específicas del animal.
Pienso
El pienso es una opción práctica para muchas familias. Es importante seleccionar un producto de calidad que contenga al menos un 70% de carne y esté libre de cereales como el maíz o el trigo, ya que los gatos son carnívoros estrictos y no pueden digerir estos componentes de manera eficiente.
Comida cruda (BARF)
La dieta BARF presenta numerosos beneficios como un pelo más brillante, dientes más limpios y un sistema inmunológico fortalecido. Esta dieta incluye carnes crudas, vísceras y alimentos ricos en nutrientes, siempre bajo supervisión veterinaria para evitar deficiencias nutricionales o riesgos microbiológicos.
Entorno y calidad de vida
El ambiente en el que viva un gato influye enormemente en su bienestar emocional y físico. Un gato que vive en un entorno enriquecido, con acceso a juguetes, zonas tranquilas para dormir y actividades que estimulen su mente, tendrá mayores probabilidades de disfrutar una vida larga.
Evitar el estrés, proporcionarle atención y cariño y asegurarse de que tenga un espacio seguro, son factores que contribuyen significativamente a su longevidad.
Etapas de la vida del gato
La vida de un gato puede dividirse en varias etapas, cada una con necesidades diferentes:
- Gatito (0-6 meses): Periodo de rápido desarrollo físico y mental.
- Joven (6 meses-2 años): Comienzan a alcanzar su tamaño completo y desarrollan su personalidad.
- Adulto (2-7 años): La etapa más activa y saludable de su vida.
- Senior (7-14 años): Pueden comenzar a experimentar los primeros signos del envejecimiento.
- Geriátrico (14 años o más): Requieren cuidados más específicos para mantener su calidad de vida.
Adaptar los cuidados y alimentación a cada una de estas etapas es fundamental para garantizar su bienestar.
Cuidar adecuadamente de un gato implica ofrecerle los mejores cuidados posibles en cuanto a alimentación, salud y enriquecimiento ambiental. Cada elección que hagas para su bienestar impactará directamente en la duración y calidad de su vida. Disfruta cada momento con tu compañero felino y asegúrate de que viva una vida plena y saludable.
Al igual que le pasa a las personas, la clave para vivir más años está en su genética, alimentación, actividad y estado emocional.
Puedes tener una buena genética, pero una mala alimentación, poco ejercicio y problemas emocionales, puede cambiarla y convertirse en un cáncer (que es una modificación genética de las células), en definitiva si acumulamos toxinas por varios motivos y si no las eliminamos de nuestro cuerpo, acabarán provocándonos una enfermedad.
Las personas queremos comer sano, los gatos también. Si les forzamos a comer lo que les pongamos, estamos yendo en contra del instinto sabio y natural del gato.
Ellos cazan pájaros, palomas, ratones, etc. Ninguno de esos animales tienen la gran cantidad de grasa «mala» que pueda tener un ala de pollo, criado en una jaula sin moverse y con piensos malos.
Yo, he dejado escoger a mis gatos qué comida les gusta más, porque son los que entienden y saben lo que les va a sentar mejor.
Es mi opinión personal, pero yo no le daría al gato ni grasa, ni huesos.
Respetando el 70% de carne en su comida, el resto puede ser verdura y cereales. Si importantes y caras marcas de pienso lo hacen es porque es correcto.
El estado emocional es muy importante. Los gatos son muy sensibles. Cualquier cambio les afecta.
Comenté que mi gata tuvo un problema en la boca, no comía, salivaba, sacaba la lengua… etc.
Pues no pude darle la pastilla de antibiótico. Probé mezclarla de diferentes maneras con diferentes comidas y cuando olía la medicina se echaba para atrás en plan, esto te lo comes tú.
Quería dársela con una jeringuilla pero se la di sólo una vez, y mi marido se llevó un buen arañazo, la siguiente fue; Tú a mi no me coges más. Es una gata recogida de la calle, y muy fuerte, ya dije que necesitó dos dosis de calmante para mirarle la boca.
Pues bueno, pensé sus muelas ya no estaban ahí antes de traerla a casa y no le pasaba nada, ¿Qué ha cambiado? su situación frente a la «manada» que al fin y al cabo son sus hijos.
Últimamente la he mimado mucho más, le he dado de comer aparte, la primera, lo mejor, no la he reñido si le daba (sin hacerles daño) con la pata a sus hijos si la molestaban, etc. le he dejado creer que seguía siendo la «reina» de la casa.
Y está funcionando. No babea, no saca la lengua, ha vuelto a «hablarme», etc.
Increíble el cambio de tu gata 🙂 . Pueden pasar de ser una auténtica ‘fiera’ a, al menos aceptar, la presencia y el cuidado de un humano. Una de las gatas que de la colonia que estoy cuidando ha pasado por una ‘transformación’ similar: cuando la vi por primera vez tenía unos 2 meses, y era… tremenda. Gruñía, bufaba, e incluso te lanzaba un mordisco si querías tocarla. A la hora de comer se volvía aún más salvaje, hasta el punto de que se enfadaba con sus propios hermanos.
A medida que fueron pasando los días, y sobretodo los meses, fue aceptando mi presencia, ya que me relacionó con »aquella que lleva comida». Poco a poco, me dejó estar cada vez más cerca de ella. Y un día decidí que era momento de acariciarla, pero como aquel que no quiere la cosa. Cuál fue mi sorpresa que no se disgustó; así que durante los días posteriores la seguí acariciando de esa manera.
Un día fue ella la que se acercó, y se restregó contra mi pierna. Había empezado una relación de amistad.
Los gatos son muy inteligentes, y si les das cariño… su esperanza de vida será larga. Seguro.
Mi gata ha tenido que pasar por mucho, como comenté tiene cicatrices en la nariz y labio. Y luego lo de las muelas, que no creo que se le hayan caído solas.
Es muy buena, porque cuando está contenta, saluda y “habla” mucho con sonidos guturales, y además es preciosa, una mezcla muy exótica. Hoy ya me ha vuelto a recibir y saludar al entrar en casa, ha mejorado mucho, y sólo con cariño adicional.
Los gatos son muy sensibles, estas gatitas que al principio nos enseñaban los dientes, simplemente tenían miedo, y era una manera de defenderse, porque seguro que se han encontrado en alguna situación amenazadora.
Yo he visto como instaban a un perro a atacar a un gatito al que daban de comer, me he enterado de que mataron a una gata con sus pequeñines a palos, a mi gallina la envenenaron y le rompieron una pierna, posiblemente por una patada (logré curarla de ambas agresiones, que fueron a la vez, sus heces eran color verde pintura y olían a química, la gallina tuvo que estar inmovilizada, y le daba de comer, la limpiaba, así 40 días, lo que tarda un hueso en curarse).
Hay gente muy mala. Afortunadamente, también hay gente muy buena que respeta a todo ser viviente.
Pues sí. Hay personas que no respetan a los animales y que hacen con ellos lo que quieren… Afortunadamente, las cosas están cambiando, aunque más lentamente de lo que quisiéramos.