¿Cuánto cuesta esterilizar a una gata?

La esterilización es una operación rápida

Es un hecho -y además, uno muy triste- que los gatos, aunque son unos de los animales de compañía más queridos, son también unos de los más maltratados. Y es que, aparte de la violencia física que ejercen algunos humanos sobre ellos, también está el problema de la tenencia no responsable de estos animales, lo cual no hace sino que empeorar la sobrepoblación felina que malvive en las calles.

Por ello, es muy importante tomar medidas para evitar traer más gatitos sin hogar al mundo. Teniendo esto en cuenta, te voy a contar cuánto cuesta esterilizar a una gata y cuáles son sus ventajas.

¿En qué consiste la esterilización de las gatas?

La esterilización evita embarazos no deseados

Se trata de una intervención quirúrgica en la que se procede a sellar los conductos que unen los ovarios con el útero. Es lo que se conoce como ligadura de trompas, y es la opción más recomendable cuando no podemos gastarnos una »gran» cantidad de dinero o nos preocupa que la castración (es decir, la extirpación de los óvulos del útero) se complique, cosa que no suele pasar.

¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes?

Ventajas

  • Tiempo de recuperación corto: la gata volverá a hacer su vida normal a los dos días de la operación, incluso puede que antes.
  • Operación más sencilla y de menor duración: toda intervención conlleva riesgos, pero cuanto más simple y corta sea, menos complicaciones pueden surgir.
  • Se elimina la posibilidad de tener descendencia: que a fin de cuentas es el objetivo de este tipo de operaciones.
  • Precio más bajo: es mucho más asequible que el de la castración.

Inconvenientes

  • Sigue teniendo el celo: el cuerpo de la gata seguirá produciendo óvulos y hormonas sexuales, por lo que seguirá teniendo el celo. Eso sí, en caso de cópula los espermatozoides no podrán llegar al óvulo.
  • Se mantiene el riesgo de tener embarazos psicológicos: y, por consiguiente, también mastitis.

¿Cuánto cuesta esterilizar a una gata?

La esterilización es una operación casi sin riesgo

Depende mucho del país y del veterinario. En España la esterilización de las gatas suele costar entre 30 y 60 euros. A veces los ayuntamientos hacen campañas de esterilización y castración, durante las cuales las clínicas veterinarias pueden hacer descuentos.

Si tienes curiosidad, el de castración ronda entre los 75 y 150 euros.

¿Qué es mejor: esterilizar o castrar?

Sin duda alguna, la castración es lo mejor desde mi punto de vista y experiencia, ya que al extirparle los óvulos y el útero se evita que tenga más el celo, con lo que la gata se -suele- volver mucho más tranquila y casera. Es verdad que el tiempo de recuperación es algo más largo, pero las gatas se suelen recuperar prácticamente del todo a la semana de la operación, y los gatos a los 3 días.

Y aún así, lo normal es que vuelvan a sus rutinas diarias mucho antes, a las 48 horas, o puede que incluso antes.

¿Puede costarme más caro?

Los precios que te hemos comentado aquí son aproximados, puesto que depende del lugar en el que vivas, los precios pueden variar a la alza, pero no suele hacerlo a la baja. Si bien es cierto que si te beneficias de un servicio de castración realizado por alguna asociación o por tu propio ayuntamiento, entonces sí que te saldrá más económico. Aunque, normalmente los precios suelen rondar cuando no hay descuento de campaña de esterilización, entre los 100 y los 250 euros en total.

Razones para castrar a las gatas

A continuación te vamos a comentar algunas razones por las que es importante que castres a tu gata, ¡y si lo haces no te arrepentirás después!

  • Control de población. Es importante castrar a una gata antes de que ella pueda tener gatitos. Esto sucede muy rápidamente según la raza, la época del año en que nació y el desarrollo individual. La primera temporada suele ocurrir alrededor de los seis meses, pero puede ser antes. Las gatas pueden tener hasta tres camadas en un año.
  • Control de molestias. Las gatas ‘llamarán’ (entrarán en temporada y serán receptivas al gato macho) regularmente, aproximadamente cada tres semanas durante las épocas sexualmente activas del año si no quedan embarazadas. Tener gatas en celo en un área atraerá a machos en celo con los problemas consiguientes de peleas y maullidos molestos.
  • Problemas de bienestar.  Es posible que no se cuide a los gatitos no deseados y es probable que padezcan diversas enfermedades infecciosas, como la gripe felina o algo peor. Es poco probable que haya suficientes casas nuevas disponibles para ellos.
  • Problemas de salud. Las gatas que no están castradas tienen más probabilidades de sufrir piometra (infección del útero) más adelante en la vida y tumores mamarios. Las gatas no castradas con enfermedades infecciosas pueden transmitirlas a sus gatitos. El embarazo y el parto tampoco están exentos de riesgos.
  • Problemas de vida silvestre.  Los gatos con gatitos cazarán de manera más activa y, si no se les alimenta, deberán atrapar más vida silvestre para alimentar a sus gatitos.

Esterilizar a las gatas

Es mejor castrar que esterilizar

En el pasado, se sugirió que a todas las gatas se les debería permitir tener una camada de gatitos. Sin embargo, esto es totalmente innecesario y no beneficia en absoluto a la gata. Por lo tanto, es preferible esterilizar a la hembra antes de que alcance la madurez sexual.

Una vez que se alcanza la madurez sexual, la gata en celo “llamará” a los machos. Los ciclos de actividad sexual ocurren típicamente cada dos o tres semanas, y cuando un gato está ‘llamando’, como su nombre lo indica, ¡esto puede ser un asunto muy ruidoso!

Se pueden usar ciertos medicamentos para suprimir el ciclo sexual, pero algunos de ellos conllevan un riesgo considerable de efectos secundarios significativos en las gatas y no se recomiendan para su uso a largo plazo. Si no vas a hacer que tu gata críe, esterilizarla eliminará la posibilidad de embarazos no planificados, pero has de saber que el comportamiento sexual, así como el riesgo de enfermedades asociadas con el tracto genital se mantendrán a menos que la lleves a castrar.

La operación de castración implica la administración de un anestésico general y la extirpación quirúrgica de los ovarios y el útero a través de una incisión en el costado o el vientre de la gata. El pelaje en el sitio de la incisión deberá afeitarse antes de la cirugía y tu veterinario le pedirá que no coma nada la noche anterior a la anestesia. Por lo general, tu gata podrá regresar a casa el mismo día y las suturas de la piel generalmente se retiran después de 7 a 10 días.

Así que si te lo puedes permitir, lleva a castrar a tu gata. Saldréis ganando ambos.


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