Si tenemos en cuenta que una gata puede entrar en celo hasta tres veces en un año y que con cada embarazo puede traer de uno a catorce gatitos enseguida nos daremos cuenta de que la superpoblación felina es un problema real. Un problema que está muy lejos de solucionarse, ya que son muchas las personas que quieren hacer criar a sus gatas y que luego no saben qué hacer con los pequeños, los cuales acabarán o en un refugio o, más frecuentemente, viviendo en la calle.
Para tratar de solucionarlo podemos optar por la castración del animal, pero ¿cuándo castrar a un gato? Si acabas de adquirir uno y no sabes cuándo hacerle pasar por quirófano para extirparle sus glándulas reproductoras, te vamos a sacar de dudas en un momento 🙂 .
Hay diversas opiniones sobre cuándo es mejor castrar a un gato. Hay quienes opinan que se debe hacer cuando ya ha tenido algún celo (hacia los 6-7 meses), o cuando ha terminado de crecer (1 año). Pues bien, eso dependerá de una única persona: tú mismo/a y de dónde tengas al gato. Me explico: si lo tienes en el interior de casa sin poder salir podrás esperar hasta el año, pero si sale, con seis meses puede convertirse en padre/madre e incluso existe el riesgo de que no vuelva a casa.
Teniendo esto en cuenta, se recomienda mucho llevarlo a castrar a los cinco o seis meses, antes de que tenga el primer celo. Es una manera de evitar que el gato macho se acostumbre a marcar con orina la casa, y de que la gata maúlle desesperada por las noches. Además, si salen a la calle no se alejarán mucho de su hogar (los míos nunca se alejan más de una-dos calles), por lo que podrás tenerlo cerca siempre.
La castración de un gato es una manera de cuidarle. Es una operación de la cual se recupera rápido y, de verdad, vale mucho la pena, ya no sólo porque evitas que traiga gatitos al mundo que vete a saber dónde acabarían, sino también porque al no tener el celo no va a necesitar alejarse de casa ni para defender su territorio ni para buscar pareja.
Tengo una gata de seis meses y acabó de traer un cachorrito de perro, los 4 primeros días hasta compartían la cama jugaban todo el día, pero de repente la gata dejó de tolerarlo y se pone muy mal cuando el cachorro se le acerca para jugar se arqueta bufa y no puedo contenerla ni acercarme, obviamente los separe y están cada uno en un cuarto diferente dentro de mi casa, me genera mucho stress porque no quiero que se lastimen y me gustaba y disfrutaba de verlos jugar juntos, ahora acuesto al cachorro y me voy a otra habitación para hacer upa a la gatita y mimarla. Como puedo hacer para restablecer el vínculo entre ambos? Siempre tuve perros y es mi primera experiencia con gatos, la gatita vino primero en marzo y el perrito 3 meses más tarde, me podrán ayudar con esto? Mil gracias
Caterina
Hola Caterina.
Prueba a cubrir sus camas con una tela, e intercámbiaselas durante algunos días. Con esto conseguirás que la gatita vuelva a aceptar el olor del cachorro, lo que ayudará a que vuelvan a ser amigos.
Cuando deje de bufarle a la tela, vuelve a juntarlos. Si ves que gruñe, es normal. Lo que no debe de de hacer es tratar de arañarle ni morderle.
Si tienes dudas, vuelve a ponerte en contacto y te las resolveremos lo antes posible.
Un saludo.