Para que la relación humano-felino sea igual de provechosa para ambos, debemos de respetarnos mutuamente. Esto significa que tenemos que, del mismo modo que el gato nos deja nuestro espacio personal, nosotros tenemos que hacer lo mismo para con él.
Nuestro deber, como sus cuidador, es por supuesto darle agua y comida, pero también es muy importante que hagamos todo lo posible para que sea feliz. Por eso, es necesario saber que hay una serie de cosas que no se le puede hacer a un gato, como las que te voy a decir ahora.
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Dejarle solo mucho tiempo
Es posible que hayas escuchado decir que el gato es un animal independiente y que puede vivir solo una semana, que sólo necesita comida y agua. Bien. Esto es falso. Físicamente no le va a pasar nada, pero emocionalmente ese peludo no está preparado para estar tanto tiempo sin su familia, por el simple hecho de que siempre ha convivido con ella y quiere estar con ella.
Maltratarlo (gritarle y/o pegarle)
Aunque sea obvio, todavía hoy hay personas que piensan que gritando al gato éste va a dejar de hacer lo que se supone que no debe hacer. O que se le puede echar un chorro de agua para que »entienda»… Nada más lejos de la realidad. El peludo lo único que va a entender es que su humano, la persona que más quiere en el mundo, le está haciendo sentir mal.
Tirarle de la cola
Muchos padres dejan que sus hijos le tiren de la cola al gato, y luego se sorprenden si el felino »ataca» a los pequeños. Ese comportamiento que puede mostrar el animal es completamente normal: se está defendiendo. Si a nosotros nos cogieran del brazo y nos lo apretaran fuerte o nos lo estiraran, también nos defenderíamos.
Darle una comida biológicamente no apropiada
Esto, aunque sea también »de cajón», creo necesario recordarlo. Un gato es un animal felino carnívoro, es decir, que debe comer única y exclusivamente carne. Si a nadie se le ocurriría darle una ensalada a un león, no le demos a nuestro querido amigo comidas que su cuerpo no necesita y que, de hecho, les pueden provocar alergias, como los cereales.
No permitirle ser gato
El gato tiene uñas retráctiles, colmillos, y un cuerpo que está hecho por y para la caza nocturna. Desde muy joven dedica mucho tiempo a perfeccionar sus técnicas de caza a través del juego. Sin embargo, los humanos a veces hacemos cosas que no deberíamos: amputarles las uñas para que no arañen, a vestirlos, o no proporcionarle rascadores altos donde pueda subirse y tener su territorio controlado.
Cuando decidimos traer un animal a casa, no deberíamos de acogerlo simplemente porque nos parece bonito y ya está. Ese peludo tiene unas necesidades como especie y como individuo que se tienen que respetar.
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