Los gatos son los únicos miembros de la familia de los felinos que decidieron convivir con los humanos hace unos 10.000 años. Por aquella época, se guardaba el maíz, la comida favorita de los roedores, dentro de los graneros. Así, estos peludos aprovecharon la oportunidad de tener comida gratis durante toda su vida, lo cual sería bien visto por las personas, quienes no tardaron en adorarlos.
Aunque es cierto que en la Europa Medieval lo llegaron a pasar realmente mal, hoy en día uno de los animales de compañía de más éxito, tanto es así que empezamos ver ejemplares ancianos, que llegan a vivir 20 años e incluso más. ¿Por qué? Porque los queremos. Para conocerlos aún mejor, te vamos decir cuáles son las constantes vitales de los gatos.
¿Para qué me puede servir saber los signos vitales de mi gato?
Los signos vitales de un ser vivo son las constantes fisiológicas, es decir, el estado en el cual debería de estar normalmente. Si estas constantes se ven alteradas por algún motivo, como por ejemplo una enfermedad vírica, se dice que el animal se encuentra en un estado anormal, lo cual daría pie a encontrar la causa de ese estado para comenzar el tratamiento adecuado con el fin de que se recupere lo antes posible.
¿Cuáles son las constantes vitales de los gatos?
Los signos vitales del gato deben de estar dentro de estos intervalos:
- Temperatura rectal: 38,5-39,5 grados centígrados.
- Pulso cardíaco: 160-240 por minuto.
- Respiración: 20-30 por minuto.
Aún así, en caso de que el gato esté visiblemente mal, es decir, que tenga babeo excesivo, convulsiones, vómitos, mareos, náuseas y/o cualquier otro síntoma, es muy importante llevarlo al veterinario antes que perder preciados minutos tomándole sus constantes vitales.
¿Sabías cuáles eran las constantes vitales de los gatos? Son bastante distintas a las nuestras, ¿verdad?