Comportamiento de los gatos: guía completa de lenguaje, emociones y convivencia

  • El lenguaje corporal felino (orejas, ojos, cola y postura) revela su estado: aprende a leer miedo, tensión y calma.
  • Prevén conflictos entre gatos multiplicando recursos y enriqueciendo el ambiente; consulta a un etólogo si persisten.
  • Rascar, marcar y cazar son conductas naturales: ofrece rascadores, juegos de caza y protege zonas delicadas.
  • Cuida salud y bienestar: alimentación acorde a su naturaleza, socialización temprana y atención a señales de alerta.

Gato naranja cariñoso

Los gatos son animales que desde siempre nos han llamado mucho la atención. Hacen cosas, aparentemente guiadas por su instinto felino, pero al mismo tiempo, a veces parece que se divierten haciendo travesuras justo en el momento en el que nosotros estamos más tranquilos. Es como si nos conocieran mejor que nosotros a ellos, lo cual no sería del todo extraño, ya que a fin de cuentas, pasan observando y controlando nuestros movimientos gran parte del día.

Pero describir el comportamiento de los gatos es una tarea un poco complicada, pues, al igual que ocurre con las personas, cada uno de ellos es único e irrepetible. Aún así, vamos a intentarlo  . Vamos a ver, a grandes rasgos, cómo es el comportamiento (o felinidad) de los peludos que tenemos en casa.

Los felinos que descansan en nuestro sofá en realidad son muy parecidos a los que viven en, por ejemplo, la sabana africana o en las junglas de América. El gato, al igual que el puma o el leopardo, es un animal por lo general solitario, que mantiene una vida tranquila. Es independiente, hasta el punto de que con dos meses la madre ya empieza a desatenderlo. Pero, si a esta temprana edad empieza a tener contacto con los humanos, lo más probable es que llegue a confiar en ellos tanto, que sus instintos pueden quedar un poco dormidos.

Puede ser un excelente depredador. No en vano, su cuerpo está diseñado para cazar. Aunque viva en una casa o en un piso durante toda su vida, este es un rasgo que nunca va a perder. Si no puede cazar roedores, cazará sus juguetes. Siempre va a encontrar la oportunidad de perfeccionar sus técnicas depredadoras.

Gato adulto

Comunicación no verbal: orejas, ojos, cola y postura

Comportamiento de los gatos

El lenguaje felino es eminentemente corporal. Las orejas, los ojos, la cola y la postura dan mucha información.

  • Orejas: erguidas y hacia arriba indican calma y curiosidad; erguidas apuntando a los lados delatan tensión o enfado; bajas y ladeadas reflejan ansiedad defensiva; completamente pegadas hacia atrás suelen indicar miedo.
  • Pupilas: la dilatación (midriasis) suele acompañar al miedo o excitación; pupilas contraídas (miosis) pueden aparecer en enfado y foco predatorio.

La cola es clave: relajada y con balanceo suave sugiere tranquilidad; erizada y pegada al cuerpo, temor; en vertical con la punta curvada, saludo amistoso. Además, la postura general del cuerpo sintetiza el estado emocional:

  • Relajado: tumbado de lado o sentado, respiración normal, cola suelta.
  • Alerta: tronco horizontal, orejas al frente, cola recta o curvada hacia arriba.
  • Tensión: cuerpo bajo, patas flexionadas, cola pegada, músculos rígidos.
  • Ansiedad: respiración rápida, extremidades bajo el cuerpo, cola pegada con la punta oscilando.
  • Miedo/Terror: cuerpo encogido, pelo erizado, cola pegada; si no hay escape, puede agredir.

Convivencia con otros gatos y territorio

Lenguaje corporal y territorio del gato

La convivencia entre felinos puede ser compleja por su marcado territorialismo. Factores que disparan conflictos: acceso a recursos (comida/agua), disputas por espacio, miedo entre individuos, dolor durante el juego, protección de la camada y la llegada de un nuevo gato. En enteros, la competencia por hembras incrementa las peleas.

Ayuda mucho multiplicar recursos: comederos y bebederos separados, varios areneros en zonas distintas (regla orientativa: uno por gato y uno extra), y áreas de descanso diferenciadas. Recuerda que un gato puede dormir gran parte del día, por lo que necesita lugares seguros y elevados.

Los gatos castrados o socializados en grupo suelen tolerar mejor la convivencia. Si, pese a las medidas, persisten las tensiones, consulta con un etólogo veterinario.

Agresividad felina: causas y manejo

La agresividad suele ser una respuesta a miedo, defensa de territorio o frustración. Estímulos visuales, olfativos o auditivos de gatos ajenos pueden desencadenarla y, a veces, se produce agresión redirigida hacia el individuo más cercano (otro gato o un humano).

Primero descarta causas médicas con tu veterinario. Después, gestiona el entorno: rutinas predecibles, enriquecimiento ambiental, control de estímulos y, si es necesario, plan de modificación de conducta.

Arañado, mordisqueo y otros comportamientos destructivos

Rascar no es solo afilar uñas: también es marcaje visual y químico. Ofrece alternativas: rascadores de cuerda de sisal, troncos de corteza suave, madera tierna o telas/alfombras viejas, en orientación vertical y horizontal. Protege zonas delicadas con láminas plásticas flexibles mientras aprende.

Algunos gatos mordisquean cuero, cartón o tejidos. Mantén fuera de su alcance cables, hilos, gomas u objetos peligrosos. Si el comportamiento persiste o empeora, consulta al veterinario.

Emociones y motivaciones del gato

Los gatos experimentan emociones positivas y negativas (bienestar, tristeza, miedo, ira) con intensidades variables. Su conducta se organiza por sistemas motivacionales básicos como búsqueda (explorar/comer), miedo (evitar peligros), juego (practicar caza) y cuidados (vínculos sociales y crianza). No requieren “sentimientos superiores” humanos para mostrar afecto y apego.

Marcaje y feromonas

Al frotar mejillas y base de la cola, depositan feromonas que les ayudan a reconocerse y a sentir el entorno como propio. También marcan con las garras al rascar. El marcado con orina es más frecuente en machos enteros; las hembras pueden hacerlo en celo. La esterilización suele reducirlo, aunque el estrés puede mantenerlo.

Amasamiento y otras conductas instintivas

El “amasado” (presionar alternando las patas delanteras) es un remanente de la lactancia que libera endorfinas y expresa confort. Algunos gatos “amantan” telas durante el proceso. Suelen preferir superficies blandas; en duras pueden “marchar”. Si resulta doloroso, mantén las uñas recortadas.

Vocalizaciones y sonidos típicos

El repertorio vocal felino es variado. El ronroneo aparece en relajación, pero también para calmarse en dolor o estrés. Hay maullidos de saludo, solicitudes de atención o comida, quejas de protesta y suspiros de frustración. El “cotorreo” al ver presas puede expresar excitación o ensayo motor de la mordida fatal. Los gatitos ronronean desde muy pequeños.

Jadeo, reflejo de enderezamiento y seguridad

Señales de salud y seguridad en gatos

El jadeo no es habitual; puede darse por estrés, calor o excitación. Si es persistente o se acompaña de tos, disnea o debilidad, acude al veterinario: puede ser una urgencia. El reflejo de enderezamiento les ayuda a caer de pie, pero no evita lesiones en caídas altas; instala redes o protecciones en ventanas y balcones.

Alimentación, gustos y forma de comer

El gato es un carnívoro estricto que prefiere varias pequeñas ingestas al día. Muchos mordisquean hierba ocasionalmente. Son sensibles al olor, sabor y textura del alimento y del recipiente: mejor cuencos poco hondos y estables de vidrio, cerámica o porcelana; evita plásticos por olores y rayado. Sitúa comederos lejos de la caja de arena y, si conviven varios gatos, pon un bol por individuo para comer y beber.

Carecen del receptor para el dulce, por lo que no perciben ese sabor. Sus preferencias pueden consolidarse en el destete, por eso conviene ofrecer variedad de texturas de forma temprana.

Socialización y relación con humanos

La socialización temprana, idealmente en las primeras semanas de vida, favorece gatos más tolerantes al contacto, manipulación y novedad. Socializar a un adulto feral es difícil, aunque algunos aprenden a confiar en su cuidador. Los gatos pueden reconocer su nombre, pero si la llamada no anticipa un resultado claro, pueden ignorarla. Responden mejor a voces agudas y al “habla dirigida a mascotas”, sobre todo si proviene de su tutor.

Caza, traer presas y juegos de depredación

Aunque estén bien alimentados, la conducta de caza es instintiva. Si tu gato lleva presas a casa, suele indicar confianza (no teme que se la quites) y deseo de compartir con su grupo social. Canaliza esa motivación con juguetes tipo caña, pelotas, juegos de búsqueda y sesiones breves pero frecuentes. Mantén fuera de su alcance objetos pequeños que pueda morder o tragar.

Comportamientos cotidianos frecuentes

A muchos gatos les encantan las alturas y los escondites (cajones, armarios). Las cajas de cartón les ofrecen refugio térmico, control del entorno y puntos de acecho. Duermen largas horas en formato siesta, se asean con dedicación (y entre ellos si hay buen vínculo), son de actividad más crepuscular, cubren sus deposiciones y pueden preferir beber de grifos o fuentes si el bebedero está muy cerca del comedero. Los ruidos de plástico/papel suelen despertar su interés. Ofrece rascadores adecuados para evitar que usen el sofá, y revisa qué plantas de casa son seguras; la “hierba gatera” o hierba para gatos puede ser una buena opción.

Si se le trata bien, el gato va a tener una vida muy feliz en compañía de los humanos. En este sentido, no es tan diferente a nosotros.  Cuidémosle y respetémosle para que pueda llevar una vida digna.

Comprender estas señales y adaptar el hogar con recursos, rutinas y enriquecimiento transforma la convivencia: un gato entendido es un gato más seguro, y un tutor informado disfruta de una relación más profunda y predecible con su felino.