Si quieres que tu peluda tenga descendencia, querrás que sea una camada con un perfecto estado de salud y que se parezcan lo máximo posible a la madre, ¿verdad? Por lo tanto, es probable que te preguntes cómo sacar crías a mi gata. Pues bien, lo primero que debes tener presente es que las gatas pueden tener el celo varias veces al año, concretamente, cuatro.
Las hembras felinas paren entre 1 a 10 gatitos, por lo que es aconsejable que, si se quiere que quede embarazada, se haga en el hogar, llevando al gato macho.
La época más favorable es a finales de invierno, cuando las temperaturas empiezan a subir. Aunque puedes llevarla al veterinario para saber cuándo es el mejor momento para hacerla criar. De paso, podrás pedir que la examinen para comprobar su estado de salud. Una gata que no se encuentre del todo bien no debe de quedar embarazada; tampoco debemos juntarla con un macho si tiene menos de un año de edad.
Sólo en el caso de que no haya ningún problema, podremos empezar a buscar el macho. Cuando lo encontremos, los juntaremos durante varios días para que se conozcan y para ver si finalmente la deja preñada, algo que lograremos si nos aseguramos de que el ambiente sea tranquilo.
El embarazo de una gata dura alrededor de dos meses, durante los cuales te recomiendo alimentarla con un pienso de muy alta calidad o con comida natural para que las crías puedan crecer sanas y fuertes. Después del parto, debemos seguir cuidando de la nueva mamá para que produzca leche de calidad. Además, es muy importante que la tratemos bien, con mucho mimo, y dándole mucho cariño, no sólo ahora, sino durante toda su vida.
Ver nacer gatitos es una experiencia increíble, pero hay que tener presente que cada gata puede tener muchas crías cada vez, y no todas conseguirán tener una familia. Así que, cada vez que quieras hacer criar a tu peluda, es aconsejable que te adelantes y busques un hogar para los pequeños. De esta manera, podrás disfrutar aún más tanto del embarazo, como del parto.