Cómo medicar a un gato: guía completa, segura y sin estrés

  • Consulta al veterinario la dosis y la forma correcta de administración para cada fármaco.
  • Prepara un entorno tranquilo y, si es necesario, usa toalla y ayuda de otra persona.
  • Apóyate en herramientas y trucos: pastilladora, premios maleables, cápsulas de gelatina.
  • Administra líquidos por la comisura, recompensa y vigila posibles reacciones.

Medicar al gato

Dar un medicamento a un gato es una tarea que puede llegar a ser MUY complicada, y es que este pequeño animal sabe bien qué hacer para no tragarse la pastilla o el jarabe. Y eso por no hablar de su desarrollado sentido del olfato, el cual le permite oler su medicina aunque la hayamos mezclado bien con su comida favorita. Nunca lo mediques por tu cuenta: confirma con tu veterinario el fármaco, dosis y si debe darse con comida o en ayunas.

Es así. Si está enfermo, a veces no queda más remedio que obligarle a ingerir aquello que el veterinario le ha recomendado, pero ¿cómo medicar a un gato sin que nos arañe ni nos muerda? Mantén un ambiente tranquilo, prepara todo antes de empezar y, si puedes, pide ayuda a otra persona para sujetarlo con suavidad.

No consigo que se trague la pastilla, ¿qué hago?

Debes tener mucha paciencia. No hay otra. Hay que ser muy pacientes para hacer lo que te voy a contar a continuación, y sobretodo estar muy tranquilos/as, puesto que lo contrario el peludito lo sentiría y se pondría más nervioso. Lo que tienes que hacer es lo siguiente:

  • Primero envuelve a tu gato con una toalla o manta, como si de un bebé humano se tratara, asegurándote de que le tapas las patas.
  • Ahora, pídele a alguien que le coja con suavidad la cabecita y que se la incline un poco hacia atrás.
  • A continuación, dile que le abra la boca, insisto, con suavidad, y que le introduzca la pastilla cerca de la garganta (nunca dentro, puesto que se podría asfixiar).
  • Para terminar, dile que le cierre la boca y que se la mantenga cerrada hasta que se la trague. A veces pueden pasar un par de minutos hasta que por fin cede.

Refuerza estas medidas con herramientas seguras: una pastilladora o lanzador de pastillas permite colocar el comprimido al fondo sin introducir los dedos; los premios maleables o “pill pockets” ayudan a esconder la pastilla; y las cápsulas de gelatina son útiles para enmascarar el sabor si el veterinario lo autoriza. Tras la pastilla, ofrece un sorbo de agua o un bocado para evitar que quede en el esófago.

Y si no funciona, puedes hacer varias cosas: triturársela bien y mezclarla con lata húmeda para gatos que tenga salsa, o troceársela para luego introducir los trozos en salchichas por ejemplo. Hazlo sólo si tu veterinario confirma que ese fármaco puede triturarse o partirse, ya que no todos los comprimidos lo permiten.

Cómo medicar a un gato

¿Qué hacer para que se trague el jarabe?

Darle jarabe a un gato es mucho más fácil que darle una pastilla, ya que tan sólo hay que abrirle la boca e ir dándoselo con una jeringa sin aguja poco a poco, sin prisas. Ve dándole 1ml por cada trago, algo menos si es un gatito, y ya verás como no vas a tener ningún problema. Coloca la punta en la comisura de la boca (entre mejilla y dientes) y dirige el líquido hacia el lateral, nunca de frente a la garganta para evitar atragantamientos.

Trucos adicionales: si el sabor le resulta muy desagradable, consulta si puedes mezclar la dosis con una pequeña porción de comida húmeda muy apetitosa para garantizar que se la come toda; algunos gatos hacen espuma por el sabor y conviene administrarlo más lento y recompensar al final.

Gato curioso

Premia y observa: ofrece un premio, caricias o juego para asociar el momento a algo positivo y vigila unos minutos por si aparecieran reacciones adversas como la tos, vómitos o babas excesivas. Ante cualquier signo raro, contacta con tu veterinario.

Pastilla para gatos

Y si aún así no hay manera, habla con tu veterinario para ver si se le puede suministrar el medicamento por vía intravenosa. A veces no queda más opción que ésta, sobretodo si es un gato mayor o con problemas respiratorios. También puede valorar alternativas inyectables o subcutáneas cuando esté indicado. Recuerda que no modifiques dosis ni formatos sin su aprobación y, si sufres un mordisco, acude a tu médico por riesgo de infección.

Con calma, preparación y las herramientas adecuadas, la mayoría de gatos aceptan su medicación con menos estrés. Planifica el entorno, confirma con tu veterinario cómo administrar cada fármaco y combina técnica, paciencia y refuerzo positivo para que el tratamiento sea eficaz y seguro para ambos.

Gato bebiendo agua
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