Los gatos dedican buena parte de su tiempo a mantenerse limpios. No sólo limpian su cuerpo, sino también otras partes del cuerpo como la parte posterior de las orejas, entre las uñas, y por supuesto los ojos. Un peludo sano no debe tener lagañas ni lagrimeo, pero si está enfermo o si tiene los ojos entrecerrados, como es el caso de los persas, tendremos que encargarnos de mantenérselos en buen estado.
Pero a estos animales no les suele gustar mucho que le andemos tocando su cabeza, así que si quieres quieres saber cómo limpiar los ojos de mi gato, pon mucha atención a lo que te voy a contar.
Cuando se trata de examinar o limpiar al gato, resulta fundamental que estemos tranquilos. Si estamos estresados, el peludo lo notará y no se va a dejar hacer nada. Por lo tanto, te recomiendo antes de nada que estés calmado/a, para que así puedas limpiarle sus ojos sin tener que preocuparte. Si ves que es necesario, pon música relajante o haz algunas respiraciones antes de empezar. Luego, sólo tienes que seguir estos pasos:
- Coge una gasa nueva y humedécela con agua destilada.
- Después, ponte delante del gato y sujétale la cabeza con suavidad pero con firmeza. También puedes optar, si está un poco nervioso o tenso, por ponerte detrás de él y alzarle un poco la cabeza para poder verle bien los ojos.
- A continuación, quítale las lagañas de un ojo con una gasa, y las del otro con una nueva. De esta manera, se previene la transmisión de enfermedades.
- Por último, dale un premio (golosina para gatos o caricias, o ambas cosas 🙂 ).
Poco a poco, tu gato se acostumbrará a que le limpies los ojos, y no tardará en asociar esa rutina con algo positivo (el premio que le des).