El gato es un animal muy curioso. En serio, muy, muy curioso. Desde el primer momento en que empieza a andar (más o menos, a las 2 semanas y media o tres de nacer) va a querer explorarlo todo. Pero hay que ir con cuidado: una vez que aprenda a saltar podría darle por masticar las hojas de las plantas… y algunas de ellas pueden ser peligrosas para él.
Así pues, si te estás preguntando cómo hacer que mi gato no se coma las plantas, a continuación te ofreceré varios consejos que te serán muy útiles para lograr tu objetivo.
Anticípate
Obsérvalo y, cuando veas que se acerca demasiado a una planta, dile un »NO» firme (pero sin gritar). Inmediatamente después, llámalo y ofrécele una golosina para gatos. Tendrás que repetir muchas veces, pero poco a poco irá entiendo que no puede acercarse a las plantas.
Usa repelentes
Caseros
Por supuesto, no puedes estar las 24 horas pendientes del gato. ¿Qué hacer cuando no estás? Para eso, hay que hacer uso de repelentes caseros como la cáscara de cítricos (naranja, limón, mandarina, etc.), o un algodón empapado con aceite de clavo colocado en la tierra de las plantas.
Químicos (para casos urgentes)
Cuando los repelentes caseros no funcionan, o no lo hacen con la eficacia que deberían, o cuando el riesgo de que surjan problemas existe, lo que hay que hacer es utilizar repelentes para gatos químicos. Los podremos conseguir en tiendas de productos para animales, o aquí.
Muy importante: no utilizar NUNCA sobre el gato (esto es sentido común, pero por si acaso es mejor dejarlo escrito) ni tampoco sobre las plantas. Hay que pulverizar o en la maceta (por los lados) o a una distancia de unos cinco centímetros de dichas plantas.
Evita tener plantas tóxicas
Si no quieres tener problemas, lo ideal es no tener ni una sola planta tóxica. Aquí tienes el listado de las que son peligrosas para los gatos.
Espero que te haya sido de utilidad 🙂 .