El gato es un animal al que hay que entender si queremos formar parte de su selecto grupo de amigos. A diferencia de otros, este peludo no va a tratar de agradarnos, en ningún momento; más bien al contrario: espera que lo cuidemos bien, con paciencia y con respeto.
Si hace poco que convives con uno, te vamos a decir cómo ganar la confianza de un gato.
El carácter del gato es, por lo general, tranquilo. Esto es muy importante saberlo, ya que si el ambiente familiar es tenso, o si en el hogar hay mucho ruido, le va a costar mucho cogerte confianza. Por lo tanto, el relax y el evitar sonidos fuertes (como los gritos), es lo primero que tenemos que conseguir en la vivienda cuando hay un gato viviendo en ella.
Pero no basta sólo con eso, sino que además será necesario ofrecerle un lugar donde pueda sentirse seguro. Lo ideal es que sea una habitación que esté lo más lejos posible de donde la familia haga vida, ya que a ella irá cuando quiera estar solo y/o cuando se sienta tenso. Es muy recomendable que le pongamos un bebedero, un comedero, una cama, además de un rascador para que se pueda entretener.
Tratar al gato con respeto es lo más importante. No se debe de gritar, ni pegar, ni cogerle de la cola, ni obligarle a hacer algo que no quiere (por ejemplo, mantenerlo en brazos cuando él trata por todos los medios de soltarse). Tampoco hay que asustarlo, ni enfadarlo. Si hacemos cualquiera de estas cosas, no conseguiremos ser amigos de nuestro gato, sino más bien alguien que lo atemoriza.
Por el contrario, si lo vamos acariciando »como aquel que no quiere la cosa», le dejamos premios esparcidos por el suelo, le invitamos a jugar enseñándole un plumero, y lo miramos con cariño con los ojos entrecerrados, no va a tardar nada en hacernos saber que se siente a gusto con nosotros. Será entonces cuando empiece a permanecer más tiempo al alcance de nuestra vista.