Cómo es la personalidad de los gatos

El gato tiene una personalidad única

Cuando decidimos adoptar a un gato una de las primeras dudas que tenemos es la de cómo será su personalidad. Y es que, aunque nos hayan dicho muchas veces que es solitario e independiente, poco a poco esos mitos se van derribando por la sencilla razón de que cada uno de estos pequeños animales es único.

Por supuesto que hay algunos más solitarios e independientes que otros, pero desde luego no deberíamos de dar por sentado que todos son así… porque nos equivocaríamos. De hecho, gracias a un estudio de Lauren Finka, veterinaria de la Universidad de Lincoln, podremos hacernos una idea mucho más certera de cómo es la personalidad de los gatos.

Tipos de personalidades de los gatos

Según Lauren Finkha, los gatos pueden tener cualquiera de estas cinco distintas personalidades, que son:

El gato-humano

El gato humano disfruta con las personas

Son esos gatos sociables y cariñosos que, casi literalmente, se derriten cuando los acaricias. Disfrutan con la compañía de los humanos; tanto es así que no pierden la oportunidad de estar junto a ellos… incluso aunque no los haya visto en su vida enseguida se sentirán cómodos y seguros con ellos.

El gato-gato

El gato-gato disfruta con la compañía de los de su especie

Son esos gatos que disfrutan mucho de la compañía de otros gatos. Este felinos se pueden pasar horas y horas amasándose, jugando entre ellos, durmiendo juntos. Que haya humanos o no a su lado les da un poco igual siempre que tengan todo lo que necesitan (agua, comida, un lugar seguro y cómodo); pero ojo, esto no significa que la familia pueda desatenderse de ellos, sino más bien que si decide irse unos días de viaje podrá estar más tranquila.

El gato cazador

El gato cazador disfruta cazando

Desde que nacen, los gatos dedican buena parte de su tiempo a perfeccionar sus técnicas de caza, ya que por algo son cazadores 🙂 . Pero los gatos cazadores son, por así decirlo, más »salvajes»: prefieren cazar animales antes que juguetes, y si tienen oportunidad de salir al exterior no dudarán en llevarlos a su familia.

El gato inquisitivo

El gato inquisitivo es el que quiere ser el primero en todo

Son esos gatos que, en cuanto intuyen que has comprado algo nuevo para ellos -juguete, cama, manta,… lo que sea- deben ser los primeros en verlo, olfatearlo, tocarlo y usarlo. Con frecuencia estos animales son bastante territoriales, hasta el punto de que les cuesta aceptar la llegada de un nuevo animal peludo.

El gato solitario

Al gato solitario no le gusta mucho la compañía

Son esos gatos que han tenido una mala socialización, es decir, que no han tenido el contacto suficiente con personas, o que han sido víctimas de malos tratos. No van a pedirnos cariño porque les va a costar mucho acercarse a nosotros. Debido a ello, necesitarán mucho más tiempo y, sobretodo, paciencia, para terminar de sentirse queridos.

¿Cómo podemos saber si tiene algún trastorno del comportamiento?

Cuando un gato se vuelve agresivo de repente, hay que preguntarse por qué lo hace

Ahora que hemos visto los diferentes tipos de personalidad que pueden tener los gatos, es interesante saber cuáles son los síntomas de los trastornos de comportamiento que pueden tener para que nos sea más fácil identificarlos llegado el momento:

  • Agresividad: los gatos pueden -y de hecho, deben- mostrarse agresivos en algún momento de sus vidas, como por ejemplo cuando otro gato o perro está peleando con él. Pero si nuestros peludos empiezan a mostrarse así »sin motivo» (siempre hay alguno: dolor, enfermedad, demencia), de un día para otro, tendremos que preocuparnos.
  • Cambios de humor repentinos: pasar de la alegría a la apatía en pocos minutos u horas no es sano. Si lo hacen, seguramente tratarán de llamar nuestra atención, como si quisieran decirnos algo pero no supieran cómo.
  • Irritabilidad: esto está muy relacionado con la agresividad, pero no siempre los gatos agresivos están irritados, sobretodo cuando no se encuentran en una situación tensa. Solo si notamos que por ejemplo ya no les gusta que los acariciemos -o no tanto-, llegando incluso a gruñirnos y, tal vez, a mordernos, lo más recomendable será llevarlos al veterinario para ver si es que tienen algún problema de salud.
  • Destructividad y/o automutilación: los gatos sí que es verdad que son un poco -algunos mucho- traviesos, pero si están psicológicamente sanos no van a destruir nada. Pueden utilizar los muebles como rascador si no se les ha proporcionado ninguno, pero de eso a romper cosas… hay un trecho enorme que no cruzarán. Por el contrario, si tienen un trastorno del comportamiento sí que podrían llegar a destruir todo lo que pudieran. Además no sería raro el caso del gato que se automutila, es decir, que se arranca el pelo causándose heridas.
  • No usar -o usar mal- la bandeja higiénica: si mantenemos la bandeja higiénica siempre limpia, en una habitación tranquila, y aún así los gatos hacen sus necesidades en otras partes de la vivienda, podría ser que tuvieran algún problema de salud física, como una infección de orina, pero también podría ser que tuviera algún trastorno del comportamiento.

¿Qué podemos hacer para ayudarle?

Cuida a tu gato para que sea feliz

Si sospechamos que tienen un trastorno del comportamiento antes de nada hay que llevarlos al veterinario para averiguar si tienen algún problema de salud física que necesite tratamiento. Muchos cambios de humor, sobretodo cuando los peludos cumplen cierta edad -a partir de los diez años- son causados por el dolor producido por enfermedades típicas de la tercera edad, como la artritis o la artrosis.

Una vez que se ha descartado esa posibilidad, entonces hay que dedicar tiempo a entender por qué se comportan así: ¿ha habido algún cambio en la familia (mudanza, la llegada de un nuevo miembro, estrés…)? ¿No se están atendiendo bien a los gatos? Si queremos ayudarles a recuperar su felicidad, tenemos que procurar proporcionarles todos los cuidados que necesitan, y no me refiero sólo a darles agua, comida y un lugar donde vivir, sino también cariño -sin agobiarles-, compañía y confianza.

Cuando la situación realmente nos supere y no sepamos qué hacer, lo más recomendable será consultar con un etólogo felino que trabaje en positivo. De esta manera, tendremos a un profesional que nos guiará y con el que, probablemente, conseguiremos nuestro objetivo, que no es otro que nuestros gatos vuelvan a sentirse bien.

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