Enseñar a un gato es una tarea que puede resultarnos muy difícil, sobretodo si el animal tiene más de un año de edad. El felino, a diferencia del perro, no hace las cosas para complacernos, sino porque quiere hacerlas.
Para convencerle de que va a estar mejor en su rincón y no encima de los muebles, tenemos que asegurarnos de que ese rincón sea muy cómodo para él, pues de lo contrario lo más probable es que no consigamos nuestro objetivo. Sepamos cómo enseñar a un gato a no subirse al sofá.
No dejes que se suba al sofá
Si no quieres que se suba, es muy importante no dejar que lo haga nunca, ni siquiera un ratito por la tarde. Hay que evitar confundir al animal, pues si le dejas subir aunque sea un día, lo más seguro es que el gato va a volver a querer subirse al sofá al día siguiente.
Asimismo, cada vez que veas que tiene intención de subir, tienes que decirle »NO», firme pero sin gritar. Si cambia de opinión y se aleja del mueble, dale una golosina para gatos.
Proporciónale un buen lugar donde estar
Cuando queremos enseñar a un gato tenemos que tener siempre presente que la alternativa que le demos tiene que ser agradable para él. Así pues, para evitar que se suba a tu sofá puedes comprar un sofá para gatos, o un árbol rascador que disponga de alguna cama-cojín.
Dale muchos mimos y premios cuando esté en su lugar para que vea que ahí puede estar y sentirse bien, incluso mejor que en el sofá.
Ten paciencia y sé constante
Es, quizás, lo más importante. Tener paciencia y ser constantes con un gato te permitirá conseguir que aprenda a que no puede subirse al sofá. Debes saber que puede llevarle más o menos tiempo, pero al final lograrás que tu amigo comprenda lo que le estás pidiendo.
Con estos consejos, tu peludo no sólo dejará de posarse sobre tu mueble, sino que además conseguirá estar mucho más tranquilo en su rincón 🙂 .