Cómo dar un medicamento a un gato

Gato siamés

Cuando nuestro amigo peludo se encuentra mal y el veterinario nos dice que tenemos que darle un medicamento, enseguida pensamos que va a ser una tarea muy complicada. Y no te voy a engañar: lo es. Estos animales tienen muy desarrollados los sentidos, por lo que les es muy fácil detectar la pastilla… incluso aunque se la mezclemos bien con su comida favorita.

Pero a veces tendrá que aceptarlo para poder curarse lo más pronto posible, así que te voy a explicar cómo dar un medicamento a un gato.

La tranquilidad es la clave

Si estás tenso o nervioso inspira, mantén el aire 10 segundos y suéltalo lentamente. Hazlo tantas veces como sea necesario hasta haber conseguido alcanzar un estado más relajado, tranquilo. Las prisas no ayudan a nadie 🙂  y cuando se trata de dar un medicamento a un gato mucho menos.

Una vez que ya estés calmado, prepara su medicina y, antes de dársela, acarícialo, dale mimos para que él también se sienta bien. Luego, dependiendo de qué tipo de medicamento sea, habrá que proceder de un modo u otro.

¿Cómo darle el medicamento?

Hay 3 tipos de medicamentos: pastillas, jarabes, gotas y los administrados mediante inyecciones.

  • Pastillas: cuando hay que darle una al gato, es muy aconsejable envolverlo con una toalla, abrirle la boca, introducirle la pastilla y cerrársela. Mantenla cerrada hasta que trague. Si la expulsara, mézclasela con su comida favorita. También puedes probar de trocearla y echarla al caldo de pollo.
  • Jarabes: para dar un jarabe a tu gato necesitarás una jeringa (evidentemente, sin aguja). Cógele la cabeza, ábrele la boca e introdúcela por un lado, donde acaban sus dientes y vacíala.
  • Gotas
    -Ojos: si tienes que echarle gotas en sus ojos pídele a alguien que sostenga al animal sentado en sus piernas, mientras tú le abres el ojo con cuidado para vertir luego las gotas.
    -Orejas: cuando son las orejas las que necesitan tratamiento, acostaremos al animal y vertiremos las gotas en la oreja.
  • Inyecciones: si tu peludo necesita atenciones diariamente, hay veterinarios que dejan que sea el cuidador quien se encargue de ponerle las inyecciones a su gato. Él te dirá en qué parte del cuerpo debes de ponérsela, y cómo. Es mucho más fácil de lo que parece, pero tienes que estar muy tranquilo.

Gato naranja

Administrar un medicamento a un gato no siempre resulta fácil, pero seguro que con estos consejos podrás dárselo sin mayores problemas.


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  1.   Mercè dijo

    Mi gata afortunadamente ahora está bien, no saca la lengua ni babea por la infección que tenía en la boca.
    Al ser recogida de la calle es muy desconfiada, y no sé de dónde saca su fuerza, porque sus hijos con 5 meses algunos son más grandes que ella, pero para ser pequeña tiene mucha potencia.
    El veterinario necesitó meterla en una especie de jaula que va estrechándose para inmovilizarla, y poder ponerle 2 inyecciones de calmante porque con una no era suficiente para tranquilizarla, y aún así para mirarle la boca tuve que sujetarla de las patas traseras.
    Le puso una inyección de antibiótico, pero para darle nosotros las pastillas en casa, fue casi imposible.
    Probé mezclando la pastilla triturada con varios tipos de comida, pero nada de nada, ni teniendo hambre. Se acercaba y al oler el plato se retiraba.
    Decidimos hacer polvo la pastilla y mezclarla con apenas agua, para dársela con una jeringuilla (sin aguja) en la boca.
    La cogí por el pescuezo para inmovilizarla, pero a la que le acercamos la jeringuilla a la boca, dio una sacudida con las patas traseras (el veterinario ya sabía de qué iba la cosa…) y mi marido se llevó un buen zarpazo.
    Hicimos más intentos, yo la cogía por el pescuezo, le sujetábamos las patas traseras, pero era visto y no visto, hacia un retortijón, daba un bote y ya no estaba la gata…
    Lo de envolverla con una toalla lo veo bien, sería lo más correcto. Pero con esta gata, primero la faena es cogerla (se deja acariciar pero no coger) y luego mantenla 3 segundos dentro de la toalla porque se vuelve loca, pero sigue siendo lo ideal.
    Mi hija logró en un par de ocasiones y con mucha suerte, vaciarle la jeringuilla en la boca, a distancia aprovechando que la abría para “bufarle” .
    En fin, menos mal que se ha curado. Le puse más verduras en su comida habitual y supongo que eso y las dos pastillas que logramos darle la han ayudado.
    Me di cuenta antes de que empezara a pasar, que alguna lata que le daba le provocaba molestias y otras no. Como no sabía que le faltaban dos muelas, y por eso lo de la infección etc. creía que el paté se le quedaba pegado por algún hueco de la boca.
    Consejo; si a un gato no le gusta una comida por muy buena que sea, no lo fuerces, o visitarás al veterinario tarde o temprano.

    1.    Monica Sanchez dijo

      Vaya, qué carácter tiene jeje
      Totalmente de acuerdo con lo que dices: si no le gusta la comida, es mucho mejor probar con otra hasta encontrar alguna que le guste.