Cuando un gato alcanza la madurez sexual, algo que suele ocurrir a la temprana edad de 5-6 meses, a veces incluso antes, va a seguir comportándose como un cachorro la mayor parte de las veces, pero sobretodo al caer la noche nos pedirá que le abramos la puerta para que pueda ir a buscar pareja.
Una vez que salga de casa, puede llegar a alejarse mucho para encontrar una pareja. Si queremos evitarlo, es muy importante que sepamos cómo controlar el celo de un gato.
Índice
Castra a tu gato para que no tenga el celo
Es la mejor opción. Al extirparle las glándulas sexuales (útero y ovarios en las gatas, y testículos en los gatos) se elimina por completo el celo y los comportamientos asociados a él. Esto significa que, tras la operación, no va a querer salir a la calle (o no para ir en busca de pareja 😉 ) y, si dejamos que se vaya, no se va alejar mucho de casa. Además, tanto machos como hembras podrán descansar siempre que lo deseen, pues no pasarán tiempo maullando desesperadamente ni peleándose con otros gatos.
No dejes que salga a la calle
Un gato que tiene el celo es un gato que no debe salir al exterior. El riesgo de que tenga un accidente, se pierda y no sepa volver, e incluso de que su propia vida se vea amenazada es muy alto, mucho más que en el caso de un gato que ha sido castrado. Por esto, si ves que tu gata se ha vuelto, de repente, mucho más cariñosa de lo normal y ha comenzado a frotarse contra todo cuando antes no lo hacía, o si tu gato hace todo lo posible por querer salir, es buen momento para plantearse la castración.
Medicamentos anticonceptivos para gatas
Si tienes una gata, probablemente hayas oído hablar de las pastillas o inyecciones anticonceptivas. Estas están hechas a base de progestina, que es un fármaco sintético que evita la aparición del celo, y por consiguiente también la ovulación. Deben de ser recetadas por un veterinario, el cual te dirá los días y cuánto debe de durar el tratamiento. Es sumamente importante que sigas al pie de la letras sus indicaciones, ya que estos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden ser muy serios para la gata, pues son, entre otros:
- Incrementa el riesgo de cáncer de mama y de útero
- Pérdida de pelo
- Aumento del apetito
- Mayor riesgo de padecer infecciones de útero o piometra
- Posible diabetes
Debido a ello, no son una solución definitiva.
El celo, si no queremos hacer criar a nuestro gato, no es algo que sea necesario. Como hemos visto, puede tener consecuencias muy graves si lo dejamos salir a la calle. Evitémoslas.
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