El gato es un animal que tiene sentimientos y que, además, puede contagiarse de los que tengamos nosotros. Esto significa que si el ambiente familiar es tenso, él se va a sentir igualmente estresado, lo cual le puede llevar a padecer algunas enfermedades como la cistitis idiopática si esa situación se mantiene por mucho tiempo.
Y si eso ocurriese, entonces llegaría un día en el que el animal tendría un reacción inesperada. Sería cuando nosotros nos preguntarías qué hacer si el gato sufre un ataque de furia, o lo que es lo mismo, qué hacer con un gato engrifado. Descubrámoslo.
Identificar el motivo de su enfado
Esto es lo primero que tenemos que hacer. No existen »trastornos mentales» sino »problemas familiares» que no se solucionaron a tiempo o que perduraron por tantos días que terminó por desencadenar esa reacción en el felino. Y es que hay que pensar que, a pesar de los varios miles de años que lleva junto al ser humano, no ha dejado de ser un felino, es decir, un animal de carácter tranquilo que necesita disponer de un lugar donde poder ir cuando se sienta muy agobiado.
Si sale al exterior, no es problema: cada vez que se siente mal, irá a dar una vuelta. Pero no todos los gatos domésticos tienen esa posibilidad. Por ello, es importante que pienses en qué es lo que podría haber causado ese ataque de furia en tu gato (mudanza, la llegada de un nuevo miembro al hogar, ambiente tenso, enfermedad…).
Después, será el momento de poner soluciones.
Lo que tienes que hacer durante el ataque de furia
Cuando el gato está teniendo un ataque de nervios, es importante que no se le toque ni se le mire a los ojos directamente. En cambio, lo que sí se debe de hacer es dejar que pueda salir de la habitación tranquilamente, o alejarnos nosotros de él.
En esos momentos de tensión, el animal lo que quiere es que lo dejen tranquilo, por lo que hay que respetarlo.
¿Cómo evitar que vuelva a ocurrir?
Para evitar que tu gato vuelva a tener un ataque de nervios, es necesario que tengas en cuenta lo siguiente:
- Debes dejar una habitación, a ser posible, la que esté más alejada de donde la familia haga vida, para que pueda acudir siempre que se sienta mal.
- Hay que intentar, en la medida de lo posible, estar tranquilos. Puede ser difícil con el ritmo de vida que llevamos, pero es fundamental para que el gato se sienta relajado y feliz…, y para que tú te sientas bien.
- Trata al gato con respeto y cariño. No lo obligues a hacer algo que no quiere, pues de lo contrario se agobiará y podría arañarte o morderte.
- Pasa tiempo con él. Un gato que se siente solo podría acabar con depresión o, también, reaccionando de una manera inesperada.
- Llévalo al veterinario para que lo examine, pues podría estar sintiendo dolor.
Y si quieres saber cómo se comporta un gato que está enfadado, haz clic aquí.
Con estos consejos, tu gato podrá llevar una vida más tranquila, seguro 😉 .