Ya en el año 1798 se empezó a hablar del gato domestico, en ese momento se lo había denominado Felis catus. Quien le puso ese nombre fue Carolus Linnaeus en la obra Systema Naturae.
La denominación anterior había sido puesta por Johann Christian Daniel con Schreber en el año 1775, la denominación era Felis Silvestris.
Lo establecido por el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica es nombrar a las especies como F. Catus. A pesar de eso los biólogos y los profesionales en la materia emplean F. Silvestris para las especies salvajes y F. Catus en el caso de que sea una especie domesticada.
En el Bulletin of Zoological Nomenclature del año 2003 la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica acepto que se llame F. silvestres catus para aquellas subespecies que han sido domesticadas. F. Catus sigue considerándose como una especie separada.
En la publicación Anfangsgründe der Naturlehre and Systema regni animalis se mencionaba al Felis domesticus.
Tengamos en cuenta que ninguna de estas denominaciones pueden ser consideradas como nombres científicos que sean válidos bajo lo establecido por el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica.
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