Como muchos ya sabemos, el gato siamés es una de las razas felinas más populares y queridas en todo el mundo. Conocidos por su carácter afable, su curiosa personalidad y su imponente apariencia, estos gatos nativos de Tailandia han conquistado a amantes de los felinos tanto en Oriente como en Occidente, especialmente desde finales del siglo XIX, cuando se les empezó a introducir en Europa y América. Aunque hoy en día el siamés es un habitual en muchos hogares, sigue siendo un gato exótico lleno de rasgos fascinantes.
Origen e historia del gato siamés
El gato siamés tiene una historia rica y vinculada a la realeza. Su lugar de origen es el antiguo Reino de Siam, ahora conocido como Tailandia, donde eran venerados por la aristocracia y los monjes. En aquella época, se les atribuían incluso propiedades místicas, ya que se creía que ayudaban a guiar las almas al más allá.
Fue hacia finales de la década de 1880 cuando comenzaron a exportarse más allá de Tailandia, especialmente gracias a diplomáticos que regalaban estos gatos a líderes extranjeros. En 1871, los siameses fueron presentados por primera vez en una exposición en Londres, en el mundialmente famoso Cristal Palace.

La popularidad del siamés subió como la espuma durante la década de 1950, momento en que empezaron a criarlos de forma selectiva para destacar ciertos rasgos estéticos, como su esbelta figura y su cara triangular. Sin embargo, es interesante señalar que, originalmente, los gatos siameses tenían un aspecto más robusto, de lo que hoy se conoce como el estilo «Thai».
Características físicas del gato siamés
El gato siamés moderno es conocido por su esbelta figura y su apariencia elegante. Tiene un cuerpo delgado y largo, acompañado de unas patas proporcionadas, lo que le da una extrema gracia en su caminar. Además, su distintivo hocico triangular, con orejas grandes y puntiagudas, acentúa aún más su aspecto estilizado.
Una de las características más llamativas del gato siamés son sus ojos almendrados y de intenso color azul. Esta viveza en el color se debe a que los siameses son parcialmente albinos, lo que afecta la producción de melanina, y también provoca los conocidos «points» en su pelaje.
Los puntos oscuros en sus extremidades, rostro y orejas son otra de las peculiaridades de esta raza, que nacen completamente blancos. A medida que crecen, estos puntos de color, conocidos como «points«, se van desarrollando. El color del pelaje puede variar entre tonos como el seal point (marrón oscuro), blue point (gris azulado), chocolate point (marrón claro) o lilac point (gris claro con tinte rosado).
Carácter y comportamiento de los gatos siameses
El carácter del gato siamés ha sido comparado con el de los perros en más de una ocasión. Estos felinos son extremadamente sociales y apegados a sus dueños, al punto de que no les gusta pasar tiempo solos. Son, además, gatos muy vocales, lo que ha llevado a muchos a llamarlos los «gatos parlanchines». Maúllan con frecuencia para expresar cómo se sienten o para pedir atención.
Son gatos bastante activos y juguetones, por lo que necesitan suficiente estimulación tanto física como mental. No es raro que se enseñen trucos simples gracias a su inteligencia. Sin embargo, a veces también pueden ser testarudos y algo demandantes, buscando la atención de sus dueños de manera insistente.
Para aquellos hogares con niños u otras mascotas, los siameses suelen ser buenos compañeros. Les encanta jugar, lo que los hace ideales para familias que dediquen tiempo y atención. Sin embargo, es importante que se les dé la atención y el cariño que necesitan, ya que de lo contrario pueden volverse ansiosos o mostrar comportamientos destructivos.
Cuidado del gato siamés
Aunque los gatos siameses tienen un pelaje corto, eso no significa que no requieran cuidados específicos. El cepillado regular es fundamental para mantener su pelaje suave y brillante. También ayuda a eliminar el pelo muerto y prevenir problemas de piel que pueden surgir si no se les atiende adecuadamente.
En cuanto a la alimentación, debido a su físico delgado y esbelto, es crucial que se les controle el peso. Un siamés con sobrepeso puede sufrir problemas de movilidad debido a sus patas delgadas y estructura ósea ligera.
La higiene bucal también es importante. Los siameses, como otras razas, pueden ser propensos a problemas dentales como la gingivitis, por lo que cepillarles los dientes regularmente y ofrecerles alimentos o juguetes dentales puede ser de gran ayuda para prevenir estas afecciones.

Problemas de salud comunes
Aunque generalmente el gato siamés es una raza longeva, con una esperanza de vida de entre 15 y 20 años, existen algunas enfermedades a las que puede ser más propenso. Por ejemplo, algunos siameses pueden padecer estrabismo, un problema ocular bastante común en esta raza. Aunque no suele afectarles demasiado en su vida diaria, es algo a tener en cuenta.
Otro problema al que pueden estar expuestos es la amiloidosis, una enfermedad que afecta principalmente al hígado y es algo más frecuente en siameses que en otras razas. Además, pueden padecer enfermedades respiratorias como el asma o ser susceptibles a la cardiomiopatía hipertrófica, una afección que influye en el grosor de las paredes del corazón.
¿Cómo adoptar a un gato siamés?
Si estás pensando en adoptar un gato siamés, es importante que prepares tu hogar y tu tiempo para adaptarse a sus necesidades. Estos gatos necesitan socialización y atención diaria, no son felinos que disfruten de la soledad por largos periodos. Tener juguetes interactivos y rascadores ayudará a mantenerlos entretenidos y a evitar que se desarrollen problemas de conducta.
Recuerda que los siameses pueden vivir muchos años, incluso hasta 20, por lo que adquirir uno es un compromiso a largo plazo. Además, sus cuidados regulares, como visitas al veterinario, alimentación apropiada y estimulación física y mental, son fundamentales para su bienestar.
El gato siamés es una raza que destaca no solo por su belleza física, sino también por su carácter único, su inteligencia y sus demandas emocionales. Son animales ideales para aquellos que tienen el tiempo y el amor para dedicarles.