¿Crees que los gatos tienen buena memoria? Seguro que sí, ¿verdad? Aunque recordar algo no significa, necesariamente, que tengan que comportarse de esa manera siempre; dicho de otra manera, por muchos trucos que les enseñemos, sólo lo harán si ellos quieren. En este sentido, son muy diferentes a los perros, los cuales tratan constantemente de complacernos.
Los felinos saben bien qué situaciones deben de evitar y cuáles no porque, al igual que los elefantes, tienen una excelente memoria.
Los recuerdos de los gatos están muy ligados a los sentidos que más utilizan que son la vista, el olfato y el sonido. Para hacernos una idea más clara, imaginemos por ejemplo a un peludo que ve por primera vez una lata de comida húmeda. Al principio, no le prestará la más mínima atención… hasta que la abramos, con lo cual se producirá un sonido característico. Y luego empezará a trabajar su nariz. Será entonces cuando sepa que esa comida es muy especial, por lo que maullará insistentemente para que le rellenemos el comedero con ella.
A partir de ese día te puedo asegurar que tendremos al gato a nuestro lado cada vez que abramos una lata, aunque no sea para él. Pero, ¿sólo recuerda cosas positivas?
Lo cierto es que no. Si tiene una mala experiencia con algo, ya sea con un perro o incluso con una persona, va a intentar alejarse siempre lo máximo posible de ellos. Esto se ve cuando alguien (tenga dos piernas o cuatro patas) está acosando o agobiando a un felino. El animal se esconde debajo de las mesas o de las sillas para que no lo alcance, algo que es completamente lógico.
Nunca se debe de de tratar así a un gato, ni a nadie. La base de una buena amistad debe de estar construida con el respeto, sino, el gato no será feliz nunca.
La memoria felina es muy buena, por lo que debemos asegurarnos de que recuerde siempre cosas positivas, y no negativas.