El gato persa

Cuidados del gato persa

El gato persa es el Señor de los Gatos. Muy elegante, aristocrático. Es un animal con historia. Tiene un carácter muy especial y una mirada que ya ha seducido a millones de personas en todo el mundo; quizás consiga derretir tu corazón antes de lo que imaginas. Además, es muy sociable, pero es un tipo de sociabilidad propia de su raza.

Como sabemos que te encanta, te traemos un súper post sobre el gato persa, donde podrás encontrar absolutamente todo lo que debes saber: su origen, carácter, salud, comportamiento, … y mucho, mucho más. No te lo pierdas.

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Origen del gato persa

Gato persa de color gris

No se sabe bien cuándo aparecieron los gatos de pelo largo. Y es que los únicos felinos que tenían el gen que se encarga de que el pelaje sea largo son el lince y el leopardo de las nieves, y hasta donde se sabe, el Felis catus nunca se ha cruzado con ninguno de los dos. Lo que sí se puede decir con seguridad es que aparecieron por primera vez en lo que es hoy Irán (antiguamente se llamaba Persia). De allí el italiano Pietro Della Valle (1586-1652) cogió varios gatos que tenían el pelo largo y se los llevó a Italia en el año 1620. Algunos años más tarde, Nicolas-Claude Fabri de Peiresc, naturalista y erudito, llevó gatos de pelo largo desde la actual Ankara (antigua Angora) en Turquía, hasta Francia. Hasta el momento, no se ha podido averiguar si todos estos gatos eran de la misma raza.

¿Por qué un gato tiene el pelo largo en un clima tan cálido como el que tienen en algunos países como Irán? Seguramente te lo hayas preguntado alguna vez, puesto que la naturaleza dota de pelo largo a aquellos animales que viven en climas fríos, con heladas muy intensas. Pues bien, hay varias teorías:

  • Una dice que algunos antepasados del gato persa tenían el pelo largo pues según creen, eran originarios de Siberia. Posteriormente se introdujeron en Asia, y más tarde a Europa Occidental.
  • La segunda teoría dice que el pelo largo no fue más que una mutación que le ocurrió al gato de pelo corto que vivía en el Este. Este gen pudo haberse mantenido gracias a la domesticación y a la selección de gatos para cruzarlos.
  • Y la tercera cree que las diferencias fenotípicas de persas y los domésticos, es decir, cara redonda, orejas amplias, cuerpo robusto, están relacionadas con el gato de Pallas. Este es un felino salvaje que vive en Asia Central, tiene el pelo relativamente largo, cara plana, ojos redondos y las orejas bajas.

Si bien son teorías muy diferentes, todas ellas apuntan a lugares de Asia. Pero no fue allí donde se empezó el proceso de selección y cría, sino en Inglaterra. De hecho, es la ‘segunda patria’ del gato persa, pues ya en el siglo XIX estos gatos tenían muchos seguidores. Por ese entonces las características del gato de pelo largo de Asia se empezaron a diferenciar de las del gato persa. Pero es muy curioso pues sólo los gatos azules se llamaron ‘persa’; incluso hoy en día lo que nosotros llamamos persa, para ellos es un gato ‘de pelo largo’. Cada variación de color corresponde a una raza distinta.

Desde que se empezara a criar hasta la fecha, han parecido 150 variaciones. Muchos criadores, especialmente delos Estados Unidos de América, dedicaron tiempo a conseguir crías con una cabeza más redondeada, un cuerpo más ancho y robusto, y el hocico más plano. Desde el 1920 hasta ahora se continúa criándolos, aunque hay veterinarios que opinan que un gato con estas características puede tener muchos problemas para respirar. Pese a todo, en los USA y en muchos países de Europa, los ‘gatos persas extremo’, como se llaman, son muy populares.

El gato persa contemporáneo ha sido el progenitor del gato exótico. Una raza de pelo corto que tiene todos los rasgos del persa, excepto la longitud de su pelo. Esta nueva raza se creó en Estados Unidos en la década de los 60, y fue reconocida en 1984. Con un pelaje semilargo, muy brillante es, al igual que el persa, un gato muy especial.

Pero no nos desviemos 🙂 . Pasemos ahora ver la clasificación del gato persa.

Clasificación

Gato persa tortoishell

Existen más de 100 variedades de gatos persas, por lo que sin duda es la raza que más variedad de colores presenta (blanco, negro, bicolores…). Como hay tantas, se han hecho cuatro grupos, así es mucho más fácil clasificarlos. Cada uno de ellos es diferente del resto, pero todos están determinados según la manera en la que se reparten dichos colores y según los genes que intervienen.

Así, tenemos:

Monocromo

Aquí entrarían todos los gatos persas que sólo tienen un único color, ya sea sólido o diluido: negro, azul, lila, rojo, crema, chocolate, blanco, bicolor, tricolor.

Gen I

Si tu gato persa tiene parte del pelo despigmentado, es porque posee el gen Inhibidor (gen I). Según la proporción del color, se distinguen los gatos persas chinchillas (shell), sombreados (shaded) o ahumados (smoke). Así tenemos:

Chinchillas

  • cameo: son de color blanco con la despigmentación de color rojo
  • cream: que tienen la despigmentación de color crema
  • blue-cream: gato azul con despigmentación de color crema

Sombreados

  • golden: que son dorados con el fondo rojizo
  • silver: que son blancos, con despigmentación plateada

Ahumados

  • tricolores: persas que tienen el fondo de un color sólido, pero se les distinguen claramente tres colores distintos sobre la espalda y la cabeza.
  • black smoke tortie: estos persas tienen un pelaje de diferentes tonalidades de grises y negros. Pueden tener blanco el cuello.

Gen C

El gen C procede de los gatos siameses, el cual les proporciona también a nuestros protagonistas una densidad de color más fuerte en su cola, orejas, nariz y en las patas.

Gen A

El gen Agutí (gen A) hace visibles las marcas salvajes del gato. Puede combinarse con los genes anteriores. Según el color, se distinguen siete divisiones:

  • Puntos de color o colorpoint
  • Colores sólidos o solid division
  • Atigrados o tabby
  • Bicolores o bicolor
  • Sombreados y humo, o shaded/smoke
  • Plateados y dorados, o silver/golden

Estándar

Enfermedades del gato persa

Según la CFA (Cat Fanciers’ Association) sabremos que estamos ante un gato persa si muestra estas características:

Cabeza

La cabeza, como decíamos, tiene que ser redonda, con el cráneo ancho. La estructura del mismo tiene que ser lisa y suave, no demasiado exagerada. La cara también debe ser redonda, colocada sobre un cuello que tiene que ser corto y ancho.  Al verse de perfil, el mentón, la nariz y la frente parecen estar en alineación vertical.

Mentón

Tiene que estar bien desarrollado, redondeado y lleno.

Mejillas

Han de estar llenas, con el hocico bien encajado entre ellas.

Ojos

Los ojos deben ser grandes, de color brillante, redondos. Estarán muy separados, pero nivelados.

Orejas

Tienen que ser pequeñas, con la punta redondeada y la base no demasiado ancha. Han de estar inclinadas hacia adelante, colocadas muy separadas entre sí y en una posición baja.

Cuerpo

Ha de tener patas bajas, pecho ancho y profundo. Robusto, con buen tono muscular.

Mandíbulas

Tienen que ser poderosas y anchas.

Patas

Las patas delanteras tienen que ser rectas, mientras que las traseras sólo serán así si se ven desde la parte posterior. También tienen que ser anchas y cortas.

Cola

Si hablamos de la cola, ésta será corta, pero bien proporcionada.

Garras

Sus dedos (cinco en las patas delanteras y 4 en las traseras) estarán juntos. Las garras serán grandes , firmes y redondeadas.

Manto

Este peluche tiene que tener por supuesto el pelo largo y espeso que le cubra todo el cuerpo, incluso la cola. Su textura fina y brillante hará que no quieras dejar de acariciarlo.

Descalificaciones

Para evitar confusión, la CFA considera que no será un gato persa si presenta:

  • alguna deformidad
  • lunares o pequeñas manchas
  • ojos bizcos
  • debilidad en los cuartos traseros
  • más o menos dedos de los que debe tener

Clasificación CFA del gato persa

  • Cabeza – 30 puntos
  • Cuerpo – 20 puntos
  • Manto – 10 puntos
  • Equilibrio – 5 puntos
  • Refinamiento – 5 puntos
  • Color del pelaje – 20 puntos
  • Color de los ojos – 10 puntos

Comportamiento / carácter

Gato persa durmiendo

La personalidad o mejor dicho, felinidad, del gato persa se combina perfectamente con la de aquellas personas que sean tranquilas. De hecho, los persas son gatos a los que les encanta pasar horas y horas tumbados en el sofá, tanto es así que a menudo se les conoce por nombres tan curiosos como »muebles de piel» o »tigres de sofá». Lamentablemente, si buscas un felino que sea activo, el persa no será una muy buena elección, aunque por supuesto también tendrá momentos en los que querrá jugar y corretear, pero no como serán tan frecuentes como sí lo son, por ejemplo, para un bengala o a un gato común europeo.

Los persas son muy inteligentes, y saben bien quién les cuida. Pueden llegar a querer mucho a esta persona, a la que no dudará en pedir mimos y caricias… pero sin pasarse. Si empiezan a sentirse muy incómodos, te lo harán saber. ¿Cómo? Muy fácil: la mayoría de las veces simplemente se irán, pero cuando sientan que están siendo acosados pueden bufar, echar las orejas hacia a atrás y, si el acoso continúa, puede llegar a arañar y/o morder. Por lo tanto, es muy importante que les dejemos tranquilos, dejar que sean ellos los que vengan a nosotros y no al revés.

Por lo demás, es un gato ideal para personas que viven solas, también para aquellas que tienen una edad avanzada, pues si bien necesitan algunos cuidados que veremos a continuación, es esa responsabilidad la que hará que se sientan útiles, que se sientan realmente vivos y queridos. Algo que, a fin de cuentas, todos necesitamos, especialmente a partir de una cierta edad. Aunque el gato persa también se puede convertir en el gato perfecto para familias o parejas más jóvenes, siempre que busquen a un compañero peludo que sea tranquilo por naturaleza.

El gato persa es como un peluche al que le encanta controlar su propio día a día, y uno de los pocos que se adaptará sin problemas a vivir en el interior, ya sea en un piso, apartamento o casa. Y es que debido a su temperamento dócil, se consideran gatos sólo para interiores, por lo que no tendrás necesidad de preocuparte por nada. Aunque, eso sí, eso no significa que no tengamos que dejarlo en el hogar, sólo con comida, agua y una cama. Es un gato, un ser vivo, que necesitará otro tipo de atenciones pues de lo contrario se aburrirá y puede llegar a hacer destrozos como cualquier otro gato.

Pero si está bien atendido, será difícil que lo escuches maullar. Muchos ni siquiera emiten sonido alguno, excepto cuando se asustan o cuando se encuentran mal. Además, son muy inteligentes, tanto que aprenderán muy rápido donde deben ir a hacer sus necesidades, y cuál es el mejor sitio para echarse una siesta (normalmente, será al lado de la persona a la que le tenga más confianza). Y, por si fuera poco, si el día de mañana vas a aumentar tu familia gatuna, suelen aceptar sin problemas a su nuevo compañero, pero aún así es importante que se vaya poco a poco para evitar disgustos. Para lograr que se hagan amigos, hay que seguir unos pasos de socialización que les permitirán tener una relación de amistad sólida y duradera, son los siguientes:

Cómo conseguir que mi gato persa se lleve bien con otro gato

Gato persa bostezando

Este precioso gato persa fue pillado en el momento que bostezaba

Primera fase

Lo primero que tenemos que hacer, antes de nada, es introducir al nuevo gato en el transportín y dirigirnos a casa, donde seguramente estará nuestro persa esperándonos. Nada más abrir la puerta, es muy aconsejable que observemos cómo actúan ambos animales: si uno de ellos bufa y/o gruñe, nos llevaremos al ‘nuevo’ inmediatamente a una habitación que le habremos preparado con comida, agua, una cama y su propia bandeja de arena; en caso contrario, es decir, si sienten curiosidad el uno por el otro, entonces dejaremos al gato nuevo aún dentro del transportín en el suelo para que puedan olerse. Lo dejaremos unos 5-10 minutos (tampoco hay que forzar la situación) y llevaremos al gato nuevo a la habitación. Al día siguiente, y durante una semana, repetiremos esta misma acción todos los días, un par de veces hasta que el gato nuevo empiece a mostrar ganas por salir y estar con el gato persa, y hasta que éste se sienta más cómodo con su presencia.

Durante esta primera fase es normal que, aunque parezca que todo vaya bien, haya algún que otro bufido. Pero si los gatos no sacan sus garras, y se acercan el uno al otro con curiosidad, no hay problema.

Segunda fase

Una vez que los dos animales se sientan bien el uno con el otro, podremos animarnos (nosotros, sí 🙂 ) a juntarlos, sin transportines de por medio. Eso sí, te recomiendo que al menos durante 2-3 días los pongas a ambos lados de una barrera para bebés, de esta manera, los dos tendrán la misma libertad de movimientos y podrán a hacer algo que probablemente hagan mucho a partir de ahora: tocarse con sus patas. Y, lo mismo, si no hay bufidos ni comportamientos ‘agresivos’, a partir del cuarto día podremos, ahora sí, quitar la barrera y esperar a ver cómo se comportan.

En esta fase es muy importante que nosotros estemos tranquilos, ya que de lo contrario los animales lo notarán y se sentirán tensos. Si vez que estás muy nervioso/a, tómate una tila o dedica los 10 minutos previos a hacer ejercicios de respiración o relajación, o ponte a hacer algo que te calme. Puede parecer una tontería, un detalle sin importancia, pero créeme, funciona.

Tercera fase

En esta tercera y última fase tus dos gatos ya se habrán conseguido, al menos, tolerar. Es momento de empezar a hacer vida normal, con dos preciosos peludos. Eso sí, de vez en cuando verás que se bufan, o que incluso se ponen uno encima del otro como si estuviesen peleando, pero estos comportamientos son normales. Además, sabrás que se han metido en problemas cuando:

  • Giren las orejas hacia atrás, o hacia adelante
  • Muestren los dientes
  • Tengan la mirada fija en su ‘oponente’
  • Bufen y/o gruñan
  • Mantengan la cola baja, moviendo sólo la punta, o si la tienen entre las patas

Si se diera el caso de que alguno de los dos se mostrase así, habría que cogerlo y alejarlo del otro gato, tras lo cual te aconsejaría comprar un difusor de la marca Feliway. Este producto imita a las feromonas felinas, consiguiendo que se sientan más tranquilos y, por lo tanto, más calmados cuando están con su compañero peludo.

El difusor se pondrá en la habitación donde la familia haga más vida, pero no está de más adquirir alguno más para ponerlos en las que los gatos pasen mucho tiempo descansando. Así seguro que lograremos que se acepten.

Consejos

Hay que tener mucha paciencia cuando se quiere que un gato se lleve bien con otro peludo. Son animales muy territoriales a los que no les suele gustar mucho tener que compartir sus ‘dominios’ con los demás. Dependerá de la sociabilidad de cada gato que tarde más o menos en tiempo en aceptar al ‘nuevo’. Por propia experiencia te puedo decir que las prisas no son buenas, y forzar la situación tampoco. En el caso de que se haga, lo único que conseguiremos será que los gatos no sólo no se lleven bien, sino que también se peleen con todo lo que eso supone (ambiente familiar tenso, heridas, tener que estar constantemente vigilándolos).

Como decía, en este proceso es fundamental mantener la calma. Así, será necesario que, antes de juntarlos, aún y aunque estemos en la primera fase, respiremos, contemos hasta 10, y soltemos el aire poco a poco. Si no surge efecto, repetimos. La futura amistad de nuestros dos gatos depende, sobretodo, de qué ánimo tengamos cuando estemos con ellos.

Higiene y cuidados

Gato persa en su cama

El gato persa necesita una serie de cuidados y atenciones para llevar una vida plena, feliz.

Higiene

Pelo

Como tiene el pelo largo será necesario que lo cepillemos mínimo una vez al día con un tipo de peine que se conoce como carda o, incluso mejor, con un FURminator, que es especial para quitar el pelo muerto, muy, muy práctico. Durante los meses más cálidos, sin embargo, habrá que cepillarlo entre 2 y 4 veces al día, así no sólo se mantendrá algo más fresco, sino que también evitaremos que la casa se nos llegue de pelos 🙂 .

Ojos

Debemos limpiarle los ojos a diario, ya que suelen presentar lagañas y lagrimeo. Para ello, usaremos algodón de desmaquillar femenino que humedeceremos en agua templada. Después, le limpiaremos los ojos con cuidado, y se lo secaremos con otro algodón -seco-.

Oídos

Se los limpiaremos una vez cada día con unas toallitas especiales que encontrarás en las clínicas veterinarias o en las tiendas de animales. Habrá que pasárselas sólo por el pabellón auditivo, es decir, por la parte más externa de la oreja; nunca por dentro.

¿Se puede bañar?

Por supuesto. Lo ideal es acostumbrarlo desde pequeño, ya que así le costará menos acostumbrarse, como este peluche:

Cómo acostumbrarlo al baño

Para lograr que el baño sea un momento agradable para él, pondremos una bandeja de poca altura con agua templada (ni muy fría ni muy caliente) dentro del baño, y lo animaremos a acercarse con un trozo de comida que le encante. Seguramente se te acercará rápido, así que, cuando lo haga, dale muchos mimos y su comida en cuanto se haya acercado a la bandeja. Por el momento, no lo bañaremos, sólo queremos que asocie la bandeja con agua con algo positivo.

Durante unos 5-7 días, seguiremos haciendo lo mismo, y a partir del octavo día ya podremos coger un poco de agua de la bandeja y echársela con cuidado por encima, como »aquel que no quiere la cosa». Es probable que se extrañe, o que se asuste, pero si se mantiene en el mismo lugar, deja que se recomponga del susto y, cuando lo haya logrado, dale un premio (golosina para gatos, caricias).

Al día siguiente podremos empezar a meter al gato en la bañera, siempre que nos sintamos tranquilos y que veamos que al peludo no le disgusta estar en el baño.

Cómo bañarlo

Antes de meterlo en la bañera, tenemos que preparar todo lo que vamos a necesitar: champú y acondicionador para gatos, toalla, secador y luego llenar la bañera con agua templada (unos 2-4cm). ¿Lo tienes? Entonces manos a la obra:

  • Enjuagaremos bien al gato, excepto la cara, sujetándolo por el lomo (firme, pero suave, sin hacerle daño)
  • Aplicaremos champú por todo el cuerpo, realizando un pequeño masaje hasta que se cree la espuma.
  • Aclararemos, quitando todos los restos.
  • Aplicaremos acondicionador, igual que hicimos con el champú, y lo dejaremos actuar un máximo de 2 minutos.
  • Aclararemos por última vez, y lo ponemos encima de una toalla.
  • Le secamos bien el pelo con el secador. Por cierto, es muy recomendable usar uno profesional, ya que nos permite manipular al gato mejor. Otra opción es que una persona sujete al gato, mientras otra se encarga de secarle el pelo. Mucho cuidado con la temperatura del aire del secador: si está demasiado caliente, le podemos hacer daño al gato.
  • Una vez seco, lo peinaremos, empezando por la zona del cuello, pasando por la nuca y el cuerpo, hasta llegar a la parte trasera.

Cuidados

Cría de gato persa

Como a cualquier otro gato, tenemos que cuidarlo. Esto significa que tenemos que proporcionarle todo lo necesario para que su vida con nosotros sea lo más buena posible.

Alimentación

Empezaremos por lo básico: la alimentación. A tu gato le puedes dar tres tipos de comida: pienso seco, pienso húmedo (latas), o comida natural. Veamos las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas:

Pienso seco

Es el tipo de comida que más se vende, pues nos es realmente cómodo. Sin embargo, hay muchas marcas y cada cierto tiempo van apareciendo de nuevas, por lo que dependerá del dinero que queramos/podamos gastarnos elegir una u otra. Lo que sí que te aconsejo es que le des un pienso de buena calidad, pues de ello dependerá en buena medida la salud actual y futura. Así, los piensos que tengan un 70% mínimo de carne y el resto verduras, serán los más idóneos. Éstos mantendrán el pelaje suave y brillante, unos dientes sanos y fuertes, en definitiva, tendrás a un gato sano.

El único inconveniente es que tienen muy poca humedad (menos del 20%), y como los gatos no beben mucha agua, no está de más darle de vez en cuando una lata, especialmente en verano que es cuando beben todavía menos.

Pienso húmedo

El pienso húmedo es aquel que tiene un mínimo de 80% de humedad. Es también bastante cómodo, pues sólo hay que abrir y servir. Pero tienen un inconveniente muy importante y es que no podemos dejar el comedero lleno todo el día pues atraería a moscas, hormigas y cualquier insecto que pudiera estar por la casa. Además, el precio es algo más alto, por lo que se suele dar más como premio.

Recomiendo también buscar uno de calidad, que tenga un alto porcentaje de carne, para que el cuerpo del gato se mantenga sano durante toda su vida.

Comida natural

Este tipo de comida es la más adecuada para todos los animales, incluyendo por supuesto a los gatos persas. Se les puede dar la carne de los muslos de pollo y otras carnes (siempre sin hueso), hígado, corazón, pescado (sin espinas), y vegetales como perejil o tomillo. Antes de dársela, ponla en una olla hasta que el agua empiece a hervir para que se limpie bien.

Darle comida natural es más caro que darle pienso y requiere más tiempo de preparación, pero lo que te gastas en alimentos… te lo ahorras en gastos veterinarios, por lo que al final te sale a cuenta.

Vacunas

Es obligatorio que le pongas las siguientes vacunas para que su sistema inmunológico se mantenga fuerte para poder hacer frente a posibles infecciones:

  • A los 3 meses: trivalente felina, que protege contra la rinotraquetitis viral, panleucopenia y calcivirus.
  • A los 4 meses: contra la leucemia felina, y una segunda dosis de trivalente.
  • A los 5 meses: tercera y última dosis trivalente.
  • A los 6 meses: contra la rabia.
  • Una vez al año se tendrá que vacunar de nuevo contra la rabia.

Recuerda que antes de vacunarlo, debe de estar desparasitado.

Desparasitación del gato persa

Hay varias maneras de desparasitar a un gato: con pastillas, pipetas, con sprays o con remedios naturales.

  • Pastillas: sirven para eliminar los parásitos intestinales, o externos. En el caso de que sean para eliminar o combatir los gusanos hay que darle una cada 3 meses; y si son para las pulgas y/o garrapatas, será una al mes.
  • Pipetas: son muy eficaces. Se aplican en la parte posterior del cuello, justo en el centro, y le protege contra los insectos durante un mes.
  • Spray: con ellos se pulveriza al gato, tantas veces al mes como se quiera, teniendo cuidado de que no le llegue a los ojos, orejas ni boca.
  • Remedios naturales: como darle un baño con agua y limón, o añadirle una cucharada pequeña de levadura de cerveza a su comida, mantendrán alejados los parásitos de tu peludo. En este artículo tienes muchos más remedios naturales para eliminar las pulgas en los gatos.

Otros cuidados

El gato persa es un peludo al que le encanta la compañía. Disfrutará estando a tu lado, ya sea viendo la televisión o esperándote a que termines tus tareas. Además, se lleva muy bien con los niños, especialmente si tienen un carácter tranquilo. Y, como a cualquier gato, no hay nada que le guste más que le presten atención y le cuiden como se merece. Así, es importante que:

  • Le pongamos una bandeja higiénica en una habitación donde no pueda ser molestado, con una arena aglomerante que no ensucie sus patitas. Te recomiendo la que es arena (tipo gravilla) que está mezclada con betonite, o la de sílice. Su precio es algo mayor que el de otras arenas, pero al tener un sólo gato te puede dar unos 2-3 meses, sino más.
  • Al tener la cara plana, es muy importante que le demos un bebedero de bola (para conejos). Al principio es normal que no sepa cómo funciona, por lo que nos corresponderá a nosotros enseñarle. Puedes pasarle un trozo de jamón de york por ejemplo para que perciba el olor y quiera probarlo.
  • Le compremos varias camas ya que es más que probable que no quiera dormir sólo en una. Así, le puedes poner una en el dormitorio, un rascador con cama en el salón, y otra en la sala de estar. Y no te olvides de las mantas para cubrir el sofá o los sillones.
  • Dediquemos cada día un rato (diez minutos unas 3 veces/día) a jugar con él, ya que si bien es cierto que es un gato más bien sedentario, necesita sentirse parte de la familia, necesita divertirse con nosotros. En el mercado encontrarás infinidad de juguetes para gatos (pelotas, ratones, peluches…), pero haz agujeros a una caja de cartón y ya verás qué bien se lo pasa, o anímale a intentar coger una cuerda.
  • Siempre que veamos que no se encuentra demasiado bien, debemos llevarlo inmediatamente al veterinario.

Enfermedades y problemas de salud

Gato persa

El gato persa es un peluchito que lamentablemente tiene enfermedades que podríamos calificar como propias de la raza. La selección y cría de estos felinos han querido que actualmente tengamos que hacer frente a una serie de problemas que les pueden perjudicar. Sepamos a qué tenemos que atenernos:

Problemas debido a la forma de su cara

Al tener la cara aplanada, con la nariz presionada, sus conductos lagrimales continuamente segregan y manchan la piel de debajo de los ojos, lo cual puede causar úlceras de piel. Además, las pestañas y el pelo en la nariz pueden rozar los ojos, y su pequeña nariz puede provocarles problemas respiratorios.

La mala mordida, o maloclusión, es muy común en estos gatos. Sin contar con que, debido a la forma alterada de su cabeza, las hembras tienen dificultades para dar a luz.

Cardiomiopatía hipertrófica

Esta enfermedad provoca un aumento del lado izquierdo del corazón, y puede llevar a la muerte inesperada del animal. La padecen entre un 9 y un 10% de los gatos persas.

Seborrea oleosa

Consiste en tener la piel grasienta y escamosa.

Albinismo oculocutáneo

También llamado síndrome de Chediak-Higashi, es causado por un gen recesivo que hace que el pelo sea más claro de lo normal. Provoca fotofobia y tendencia a sangrar.

Desbordamiento del conducto lacrimal

Si tu gato no deja de llorar, es probable que tenga el conducto lagrimal desbordado.

Anquilobléfaron congénita

Se da en los gatos persas azules. Consiste en la unión de los dos párpados (inferior y superior) por una membrana.

Cálculos urinarios

Lo que conocemos todos como piedras, son muy comunes en los gatos persas, sobretodo en los obesos. Cuando son demasiado grandes, se han de extraer mediante cirugía.

Displasia de cadera

Cuando la articulación se sale de zócalo, provoca problemas para caminar.

Enfermedad poliquística renal

Afecta a más de un tercio de los gatos persas. Consiste en la aparición de múltiples quistes en los riñones, los cuales provocan un aumento de los mismos.

Luxación de la rótula

Puede causar cojera.

Dermatitis del pliegue cutáneo (de la cara)

Debido al desbordamiento del conducto lagrimal, es habitual que tenga dermatitis.

Bolas de pelo

Al tener el pelo largo, hay que cepillarlos a menudo para disminuir el riesgo de que sufran de problemas con las bolas de pelo. Pueden causarles muchas molestias, como estreñimiento o vómitos y náuseas. Un correcto cepillado y una alimentación de calidad evitarán en gran medida que tu gato persa se trague una excesiva cantidad de pelo.

Curiosidades del gato persa

Curiosidades del gato persa

Ahora que lo sabemos todo sobre el gato persa, aún hay algo más que quiero contarte: sus curiosidades.

Pasado aristocrático

Hablar del gato persa es hablar inevitablemente de la aristocracia. La Reina Victoria de Inglaterra (1837-1901) fue una de sus grandes admiradoras. Hoy en día ocupan las primeras posiciones del pedigree felino de todo el mundo.

Sobre el pelaje

Este es un gato que siempre se ha relacionado con la realeza, y es que tiene un pelaje más largo y más suave que el resto de razas de gatos. Cuando lo tocas, enseguida piensas que tienes un poco de algodón en tus manos, y no un gato. Pero recuerda que debes cepillarlo a diario para que se mantenga sano y brillante.

Esperanza de vida

Estos gatos viven alrededor de 20 años. ¡Dos décadas de mimos, caricias y comida rica!

¿Es de interior o de exterior?

Bueno, no me gusta clasificar a los gatos de ese modo, pues a fin de cuentas estamos hablando de animales que han sido diseñados por la propia naturaleza para cazar. Ahora bien, del persa se podría decir, y no nos equivocaríamos, que ha sido creado por el ser humano, por lo que aunque siga teniendo cuerpo de gato, debido a su cara plana podría tener muchos problemas para vivir en el exterior. Y de hecho, no creo que nadie se plantee dejar a su peludito fuera de casa pudiéndolo tener en el sofá, ¿verdad? 🙂

El botín es… un gato persa

Los exploradores europeos trajeron de Persia (lo que hoy es Irán) comida, especies, joyas… y gatos persas como botín de contrabando.

El gato de los famosos

Son muchas las celebridades que tienen un persa como amigo peludo. Entre ellas, Kim Kardashian o Giorgio Armani.

Dicen que les encantan los piropos

Hasta el punto de que se muestran aún más cariñosos. ¿Será verdad?

Cuidado con los excesos

Especialmente después de la esterilización, hay que controlar bien lo que come, pues la obesidad es muy peligrosa en estos gatos, pudiendo incluso provocar fracturas en sus patas.

Gato persa »peke-face»

El peke-face es una variante del gato persa, que se originó a partir de un gen recesivo. Tienen el hocico muy plano, y su nariz está más cerca de los ojos, lo cual puede ocasionar problemas respiratorios o de lagrimeo.

Camadas muy reducidas

A diferencia de otros gatos, que pueden tener hasta 10 crías, los persas sólo tienen un máximo de 3.

Compraventa / Precios del gato persa

Gato persa joven

Si estás pensando en comprar un gato persa no podíamos terminar esta guía sin darte unos consejos para que tu compra sea la más acertada.

Dónde comprar

Internet

En la actualidad encuentras anuncios de venta de gatos de esta raza en cualquier página: Mil Anuncios, Segunda Mano, páginas de criaderos y también en foros específicos. Pero, ¿cómo puedo estar seguro/a de que no me están engañando?

¿Entiendes el idioma?

Bueno, lo primero es comprobar en qué idioma hablan. Puede parecer una tontería, pero es fácil encontrarse con personas que simplemente escriben un texto en su lengua materna, la traducen con algún traductor, y ponen ese texto en las páginas web. Los traductores web no son exactos, y cometen bastantes errores. Si ese texto parece estar, por ejemplo, en español, pero tiene palabras que no entiendes y están escritas en un orden incorrecto, desconfía.

Un gatito de raza nunca es gratis

Esto es importante tenerlo en cuenta. Cuando se busca un gato de raza, sea cual sea, que sea muy joven (entre 2 y 4 meses de edad), siempre van a querer venderlo.

Datos de contacto

La persona que venda animales debe de haber incluido sus datos de contacto (como mínimo, el número de teléfono móvil). Si es un criadero, además, tiene que haber especificado la dirección postal, el núcleo zoológico y el correo electrónico.

Fotos, cuantas más, mejor

Tú, como posible comprador/a, tienes todo el derecho a pedir cuántas fotos y vídeos quieras. Si en cualquier momento percibes cierta desconfianza por parte del vendedor, busca otro.

¿Tiene demasiada prisa?

Cuando un vendedor parece tener demasiada prisa, o cuando te quiere vender un gatito de menos de 2 meses, desconfía. Un gato nunca se debe de separar de su madre tan pronto. Es mucho más aconsejable esperar a que tenga, al menos, 8 semanas de vida, ya que así tanto su progenitora como sus hermanos le habrán enseñado lo básico para ser un gato.

Tiendas de animales

En las tiendas de animales, por lo general, suelen tener gatos de distintas razas, y si no tienen la que buscas, la encargarán. Pero, ¿qué ocurre con estos lugares? Bueno, lamentablemente la mayoría de animales que venden aquí son el resultado de una cría masiva de países del este. Las madres viven enjauladas durante toda su vida, y sólo paren una y otra vez. Los gatitos que llegan vivos hasta la tienda, suelen tener muchos problema de salud tanto a corto como a medio plazo.

Así que, si quieres comprar uno en tienda, pregunta el origen exacto del gatito. No deberían de tener reparos en mostrarte los papeles de procedencia del animal.

Criaderos

El gato persa es una de las más antiguas razas del mundo, por lo que seguramente encuentres a un criadero cerca de ti. Sin embargo, no está de más visitar varios para compararlos.

Un buen criadero tendrá:

  • Las instalaciones en buen estado
  • Bebederos con agua fresca y limpia
  • Comedero limpio, con comida
  • Bandejas higiénicas con la arena limpia, sin malos olores
  • Gatos bien cuidados, con el pelaje brillante y ganas de jugar, sanos
  • Habrá inscrito los padres de las crías a alguna asociación del pedigrí (CFA, TICA, WFC…)

Y, por supuesto, te resolverá todas las dudas que tengas mientras te deja estar con los cachorros para que te sea más fácil elegir uno.

Si le compras un gato, te facilitará el pedigrí con la hoja de transferencia de propietario cuando te lo entregue. En el caso de que no se haya inscrito, no podrán (sólo los criaderos pueden) dar de alta a tu peludo en ninguna asociación.

Gato persa joven de color gris

Particulares

No suele ocurrir, pero de vez en cuando hay algún particular cuya gata ha criado y quiere vender las crías. Bien, es una manera tan buena como cualquier otra de conseguir un gato persa, siempre y cuando te permita acudir a su casa para verlas, y no las dé con menos de dos meses de edad.

Estado de salud de las crías

Independientemente de dónde compres a tu gato persa, éste debe de mostrar el carácter típico de cachorro, es decir, tiene que:

  • Mostrarse activo
  • Querer jugar con sus hermanos y con su madre
  • Tener curiosidad por las personas que lo visitan
  • Tener un buen estado de salud (dientes blancos, sin restos de diarrea ni mal aliento, ojos abiertos, sin cojeras)
  • El pelaje debe de estar cepillado, sin nudos

Precios del gato persa

Los precios del gato persa pueden variar bastante. En una tienda de animales pueden costar unos 200 euros, pero te los dan sin pedigrí y sin ningún certificado que confirme que es de pura raza. Los particulares suelen vender los gatitos por esos precios también, así que es conveniente pensar bien de dónde quieres conseguir a tu persa.

Sin embargo, en un criador profesional, te pedirán 700 euros por uno que quieras como »animal de compañía», el cual te darán ya esterilizado, o 900 si lo quieres para reproducirlo. Es bastante más caro, pero así te aseguras de que te llevas a casa un gato sano, con los papeles del pedigrí y de las pruebas si le han hecho alguna, y conociendo a los padres.

Adoptar a un gato persa

Comprar gato persa

No es frecuente que abandonen a los gatos de esta raza, pero en los refugios y protectoras de animales a veces te los encuentras. Estos gatos son ya adultos, que por un motivo u otro han acabado en estos lugares. Si buscas un amigo para siempre y no te importa que no tenga pedigrí, date una vuelta por los refugios o protectoras de tu zona. Es muy probable que un gato persa te esté esperando.

Hasta aquí esta mega-guía de una de las razas de gatos más populares: el gato persa. Esperamos que te haya sido de utilidad y, si te animas a convivir con uno de estos peluditos, sólo darte la enhorabuena por la decisión. Te llevarás a casa un animal encantador 🙂 .

¡Que disfrutes de su compañía!

Descargar eBook del gato persa


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  1.   Maite dijo

    Yo compré mi gato a un particular y por mi experiencia quiero añadir que hay que fijarse en si tiene pulgas y las encias rosadas, ya que si las tiene blancas significa que tiene anemia. A mi me lo dieron anémico por culpa de las pulgas y tuve que llevarlo al veterinario corriendo, por suerte ahora está sano pero si lo hubiera sabido me hubiera fijado el primer dia.