Los gatos siameses son los compañeros ideales para personas a las que les gusta mantenerse activas, pero que también disfrutan descansando tranquilamente junto a su amigo peludo. A estos animales les encanta pasárselo bien, jugar, hacer alguna que otra travesura y, después de estar corriendo de un lado a otro sin parar durante unos minutos, echarse una siesta.
Si crees que tu familia debería aumentar, sigue leyendo para saber cómo cuidar a un gato siamés.
Estos animales, como decíamos, necesitan hacer mucho ejercicio. Teniendo esto en cuenta, los juegos deben formar parte de su rutina diaria. De esta manera, no sólo evitarás que coja algunos kilos de más, sino que también te aseguras de que esté feliz, que es lo más importante. Pero claro, además de los juegos, también hay que enseñarle una serie de cosas, como por ejemplo a no arañar, a no morder y a no saltar encima de la mesa.
Para ello, es muy recomendable adquirir un gato joven, de 2-3 meses de edad. Aún así, si prefieres adoptar a un gato adulto, debes saber que con paciencia y mimos todo es posible.
Además, hay que darle una alimentación de calidad, ya sea dándole comida natural (alitas de pollo, vísceras, pescado sin espinas,… en definitiva, todo tipo de carne, preferentemente cocida), o con un pienso de alta calidad que no lleve cereales. Asimismo, se debe de cepillar una vez al día pues, aunque tenga el pelo corto, puede dejar rastro allá por donde vaya 🙂 .
Y, por supuesto, siempre que sospeches que no se encuentra bien, o si ha tenido algún problema, es importante que acudas al veterinario, donde lo revisaran y le pondrán el tratamiento más adecuado.
El gato siamés es una raza ideal para familias a las que les gusta pasarse el día haciendo cosas, ¿es la tuya una de ellas? 🙂