¿Cómo tratar la mordedura de gato?

La mayoría de las mordeduras de gato suceden cuando estos peludos muerden o atacan a sus cuidadores. Este animal tiene los colmillos largos, los cuales le son de mucha utilidad cuando caza, pero si nuestra mano se ha convertido en su presa, nos puede llegar a hacer mucho daño.

Por este motivo, te vamos a explicar cómo tratar la mordedura de gato, y qué debes hacer para evitar que vuelva a morderte.

Tratamiento de mordeduras de gato

Mordeduras pequeñas

Las mordeduras pequeñas son aquellas en las que los dientes del gato no han atravesado la piel o, si lo han hecho, ha sido de manera superficial. Éstas se pueden tratar directamente en casa, pero… ¿cómo? De esta manera:

1. Lo primero y más importante que debes hacer es limpiar bien la herida con agua y jabón para retirar la suciedad.
2. A continuación, presiona suavemente la herida para que la sangre pueda fluir. Al hacerlo, las bacterias que se puedan encontrar dentro saldrán.
3. Después, vuelve a lavar la herida y desinféctala con una gasa limpia humedecida en yodo o agua oxigenada.
4. Para terminar, es muy recomendable que te apliques un poco de crema antibiótica o Aloe vera. En el caso de que estés embarazada o que creas que puedes estarlo, consulta con tu médico antes de usar cualquier crema.

Mordeduras profundas

Las mordeduras profundas o graves son aquellas en las que los dientes del gato han causado heridas profundas en alguna parte del cuerpo. Estas heridas pueden tener un sangrado que no se detiene. ¿Qué hacer?

Acudir inmediatamente al médico. Una vez allí te examinará la herida y retirará el tejido muerto para evitar una infección. Si es necesario, te pondrá algunos puntos para cerrar la herida y lograr así que deje de sangrar.

En casos más graves, te recomendará cirugía reconstructiva si el ataque ha sido muy violento o si hay riesgo de quedar con cicatrices.

¿Cómo evitar que el gato me muerda?

El gato es un animal muy inteligente que puede aprender fácilmente a no utilizar ninguna parte de nuestro cuerpo como juguete. Sin embargo, necesita tiempo que puede ser más o menos largo dependiendo del ritmo de aprendizaje que tenga el propio felino, lo cual quiere decir que debemos tener paciencia con él.

Para enseñarle a no mordernos, es muy importante que pongamos un juguete (un peluche, una pelota, o cualquier otra cosa) entre él y nosotros. De esta forma, poco a poco le haremos saber que puede morder y arañar al dicho juguete, pero no a nuestras manos ni pies. En caso de que nos muerda, lo bajaremos si estaba en el sofá o la cama, o bien lo dejaremos solo durante un ratito (2 minutos serán suficientes) si estaba en el suelo.

Además, también deberemos de llevarlo al veterinario cada vez que se encuentre enfermo, no sólo para que mejore, sino también para evitar que tenga comportamientos agresivos como consecuencia del dolor que pueda sentir.

Pero no será suficiente con esto. Lo cierto es que hay cosas que hacemos los humanos que nos pueden terminar perjudicando. Son estas:

• Insistirle en que se quede encima de nuestro regazo cuando él no quiere.
• Hacer movimientos bruscos cuando jugamos con él, como si fuera un perro.
• Mover las manos y pies de manera rápida para llamar su atención.

Así pues, es conveniente que el gato sepa que no puede mordernos, ni siquiera cuando es un gatito y sus dientes no han terminado de desarrollarse. Pero siempre debemos ser pacientes y respetuosos con él, ya que de lo contrario se puede volver irritable, o tener un nivel de estrés tan alto que va a atacar al primero que se le ponga delante. Y la culpa no será suya, sino de los humanos.

La relación gato-humano es una relación de iguales. Si le hacemos ver que le queremos, todos los días, recibiremos a cambio ronroneos y muchos mimos por parte de nuestro querido peludo.